En entrevista, Lula platica acerca de su carrera y de su pasión por el país
“Me gusta pensar en creaciones que tengan un equilibrio nutricional. Me encanta hacer comida más saludable y, siempre que puedo, prefiero ahorrar calorías”, dice una de las mejores chefs de México
“Me doy cuenta de que el común denominador en todo esto es soñar y creer en mí", dice Lula Martín del Campo, quien se ha convertido en una chef muy prestigiosa en su país natal, México. Es la segunda de cuatro hermanos. A su papá le gusta recibir gente en casa y es un excelente anfitrión, mientras su mamá se luce cocinando. “Efectivamente, vengo de una familia donde disfrutamos mucho la comida y la fiesta”.
A los 17 años viajó a Suiza para aprender francés, y una de las actividades opcionales era la cocina. La maestra la eligió como su asistente, y ahí se dio cuenta de que no podía estar en un mejor lugar que en la cocina. “Es cuando no sólo te gusta estar ahí, sino que prefieres estar ahí". Al regresar a México, ya sabía lo que estudiaría y “fue una bendición saber claramente lo que me gustaba. A mí me costó mucho trabajo la escuela, no fui muy buena estudiante, pero como le atiné a la carrera hasta salí con mención honorífica. Y cuando estás en lo que te gusta, te va bien”.
Lula es reconocida por sus recetas originales y su cuidado para crear platillos balanceados y saludables. “Me gusta pensar en creaciones que tengan un equilibrio nutricional. Me encanta hacer comida más saludable y, siempre que puedo, prefiero ahorrar calorías”. Su carrera empezó en una casa de banquetes y, al poco tiempo, puso con su hermano Nico un restaurante de comida italiana llamado Toscana. “Eso fue en 1996, yo era la chef y me costó mucho trabajo, porque tenía poca experiencia; pero eso dio pie para asociarnos con otras personas y abrir otro restaurante muy exitoso que se llamó Segundo aire, que traspasamos a los tres años”, cuenta.
“Para mí, el VIP de una fiesta en casa es la cocina, pues todos pasan por ahí"
Su hermano Nico se fue a estudiar gastronomía a Vancouver, Canadá, y Lula tuvo la oportunidad de entrar al Grupo Habita, junto con Gonzalo Serrano (chef dueño de Azul Condesa y el más reciente Azul Histórico), para asesorar en el primer hotel Habita Polanco. “A final de cuentas me quedé como chef del hotel, donde duré seis años, en los que apoyé abriendo los hoteles Deseo y Básico en Playa del Carmen y Condesa DF”.
Lula decidió abrir un negocio propio de catering, pero al poco tiempo la buscó Martha Ortiz (chef dueña de Dulce Patria). “Es la chef que más admiro y me preguntó si le podía echar la mano en un proyecto. Imagínate, mi sueño, y pues claro que colaboré". Luego de seis meses de preparación, Martha decidió no seguir, pero sugirió a Lula para ser la chef ejecutiva del comedor del banco HSBC. “Estuve a punto de no aceptar por ser leal a Martha, pero ella me convenció de que era una buena oportunidad”, y ahí sigue hasta la fecha.
Su servicio de catering lo tomó su hermano y se convirtió en Nico & Lula Gourmet, en un local en Las Lomas, el cual evolucionó y se convirtió en el restaurante Roca, pero siguió su servicio de catering bajo pedidos. Además, a la par, Lula hizo su primer libro Lulachef México Contempo, por el que recibió el premio Gourmand World Cookbook Award.
Actualmente, Lula es embajadora de io mabe, una marca mexicana con la que se identifica plenamente por su concepto de cocinas funcionales, es decir, cocinas con equipo práctico para diferentes estilos de vida. “Hoy día, la cocina ya está integrada a la convivencia familiar y de amigos. Para mí, el VIP de una fiesta en casa es la cocina, pues todos pasan por ahí".
Lula acaba de sacar una línea de filipinas con textiles y bordados mexicanos, tal y como a ella le gusta lucir cuando cocina. “El nacionalismo se me da muchísimo, me siento muy orgullosa de ser mexicana, me fascina mi país”. Además, ya tiene un proyecto de sacar libros coleccionables con recetas que pueda hacer cualquier persona, y todo será bajo su marca lulachef.