Una costumbre de antaño que ha perdurado y, seguramente, quedará para siempre
En 1908, la época de oro del chef Auguste Escoffier, el genio creador de la haute cuisine, se puso de moda la llamada “hora del coctel”, que seguimos disfrutando. En ese entonces era una ocasión social muy chic y divertida.
Los aperitivos, que conocemos como hors d?oeuvres, eran una parte novedosa de la comida, y como todo lo ruso estaba muy de moda, eran llamados zakouskis y garantizaban el éxito de la noche.
Al buffet de aperitivos que se servía se le denominaba ‘mesa de zakouskis', aunque a Escoffier no le gustaba esa palabra rusa para sus exquisitos bocados, y le parecía fatal que la gente comiera y bebiera demasiado antes de la cena, “pues quitaba el apetito”.
El experto consideraba que la nueva hora del coctel era una “salvajada, porque la cena deja de tener importancia”, pero, aun así, la nueva costumbre quedó establecida para siempre.
Y en Francia era ocasión de coquetear, divertirse, beber champaña, ¡y probar innovadores drinks, invento de los barman más famosos, como los del Ritz de París.
¿Miniaturas de moda?
¿Y cuáles eran los zakouskis u hors d?oeuvres que siguen estando en tendencia? Pues los de tamaño miniatura, que pueden comerse de un solo bocado, como pequeños y muy elegantes gougères de queso, que parecen derretirse en la boca, además de vol au vents de foie gras, tartaletas de cangrejo o langosta en crema, y bandejas de canapés, de distintas formas, en pan de molde muy fino con deliciosas cubiertas.
¿Y para beber? Champagne helada, además de vodka muy frío, y cocteles de fantasía.
TIP: Según me dijo en una ocasión la condesa Jacqueline de Ribes, lo elegante en la “happy hour” es ?ofrecer alguna que otra bandeja de los más ligeros gougères, quizás algunas nueces, nunca mucha comida, pues es cosa de nuevos ricos, ¡pero sí mucho champán helado!?.