La bebida mejor conocida en coctelería como “sangría” tiene sus orígenes en Europa, específicamente en Portugal y España.
La esencia de su preparación consiste en mezclar ingredientes fáciles de conseguir, teniendo como base el vino.
Además, suelen agregarse a esta popular receta alimentos como frutas finamente picadas y aditamentos líquidos como gaseosa.
Sin embargo, a la hora de querer perder peso, ingerir este y otro tipo de cócteles con alcohol, puede sabotear tu objetivo, pues muchas veces además del azúcar natural, presente en las frutas y el vino, suele añadirse endulzantes refinados a la preparación para potenciar su sabor.
Con solo una copa de sangría tradicional podrías estar consumiendo hasta 173 calorías, por lo que es preferible beber versiones light de este manjar bebible, reemplazando sus ingredientes menos saludables por otros que si lo sean.
Receta sangría light
Para preparar una versión más saludable de la sangría deberás reunir en tu mesa de bar los siguientes ingredientes:
-1 taza de vino tinto
-¼ de taza de jugo de naranja natural
-1 lata de agua tónica o soda de limón sin azúcar
-Edulcorante para colocar al gusto
Antes de disfrutar de esta versión ligera de coctelería, deberás mezclar en una jarra lo suficientemente larga el vino tinto, el jugo de naranja y el agua tónica.
Finalmente, después de probar un sorbo, podrás endulzar con edulcorante sin calorías a tu gusto para lograr el sabor potente de esta bebida sin sacrificar tus metas de pérdida o mantenimiento de peso.
Para que la mesa luzca elegante y festiva se recomienda servir esta preparación en copas con hielo y con frutas picadas de tu elección, las cuales además de añadir fibra a la bebida, harán que casi sea indistinguible la variación de la receta aplicada.
