Este aromático aceite lo puedes añadir a cualquier platillo
¡No es tan caro como muchos piensan y es una de las maravillas de la cocina!
Una botellita de aceite de trufas te durará largo tiempo, pues una pequeña cantidad es suficiente para perfumar y añadir ese maravilloso sabor a cualquier plato.
Yo le agrego unas gotitas al puré de papas cuando estoy a punto de servirlo. Igual que cuando hago mis pizzas caseras, en que uso pan francés o panecillos estilo English Muffins como base. También a la pasta Alfredo o cualquiera que lleve una salsa blanca.
Otras buenas opciones son añadirlo a una papa asada con su cáscara en vez de mantequilla, mezclarlo con aceite de oliva para untarlo al pan con tomates y cebollas estilo bruschetta o como salsa para los vegetales cocidos al vapor.
Los usos son múltiples y cambia los sabores simples a sublimes. Siempre compro mi aceite de trufas en La Maison de la Truffe, en París, pero hay muchas marcas disponibles en los mercados de gastronomía.