Hasta el momento, la figura de Yalitza Aparicio ha generado una fascinación absoluta, primero en su país natal, México, tras el estreno de Roma y más tarde en Estados Unidos, cuando la película de Alfonso Cuarón comenzó a perfilarse como una de las grandes favoritas de cara a la temporada de premios. https://www.instagram.com/p/BrmFWcVgu6-/ La historia de cómo una joven profesora originaria de Tlaxiaco, Oaxaca, sin experiencia previa en la interpretación acabó siendo la protagonista de la obra más personal del laureado director sobre la mujer que le cuidó durante su infancia y convirtiéndose además en la primera mujer indígena mexicana en recibir una nominación a los Oscar en la categoría de Mejor Actriz parece sacada de la gran pantalla, pero es muy real. Sin embargo, en las últimas semanas, ese cuento de hadas se ha visto enturbiado por pequeños incidentes y en plena recta final antes de la gran cita en Hollywood en la que podría hacer historia ha comenzado a experimentar los primeros sinsabores de la fama. Primero fue una imagen promocional para la marca Lenovo, que la ha seleccionado como una de las mujeres del año por su papel de liderazgo en la sociedad de su país, y que acaparó un sinfín de titulares por el ‘blanqueamiento’ que se le habría realizado a la piel de Yalitza recurriendo a retoques fotográficos. Aunque la polémica escapaba a su control, le colocó igualmente en una posición muy incómoda en vista de que su aparición en la portada de publicaciones tan prestigiosas como Vogue -que se convirtió en la más difundida de la publicación- había sido vista como todo un hito al mostrar a una mexicana de origen mixteco que ha sido capaz de hacer sombra a grandes estrellas. https://www.instagram.com/p/BtLyfSXFQkj/ Más adelante llegaron las odiosas comparaciones con otras compatriotas y compañeras de profesión en forma de memes en la esfera virtual que, si bien la dejaban a ella en buen lugar debido al tiempo récord en que ha conseguido hacerse un nombre en la meca del cine, la obligaron a dar un paso al frente para pedir respeto a todos los artistas mexicanos y no fomentar la dinámica de enfrentamiento y rivalidad entre mujeres. El último quebradero de cabeza que le ha surgido no le afecta directamente a ella, sino a sus allegados. El pequeño pueblecito donde aún reside su familia se ha convertido en lugar de peregrinación para curiosos que esperan sacar fotografías y con un poco de suerte toparse con alguno de sus vecinos dispuesto a compartir alguna anécdota suya. En las redes sociales ya se han hecho virales imágenes de la casa donde nació y creció u otras en las que aparece su madre y la situación ha llegado a tal punto que en su última aparición pública -relacionada precisamente con la marca de ordenadores de la que es embajadora, Yalitza se ha visto obligada a pedir cautela a los medios y a los fans. “Muchas personas se me han acercado diciéndome que yo mando periodistas, que yo mando que los molesten y que ellos no quieren... Con eso nada más les pido tener ese cuidado con la gente que por educación no quieren [hablar]. Y si dicen un no, respetarlos”, declaró en su encuentro con los medios.