Puede que la diseñadora Victoria Beckham no estuviera al tanto de las restricciones en materia de vestuario que Pilar Rubio y Sergio Ramos impusieron a sus invitados de cara a su boda del pasado sábado en Sevilla, o quizá se negó directamente a someterse a los dictados ajenos en lo que a su apariencia se refiere: solo ella podría revelar el misterio sobre la polémica que tantos titulares ha generado desde entonces.
Sin embargo, lo único que quiso dejar claro la esposa de David Beckham al respecto, como se desprende de su última publicación en Instagram Stories, es que se siente muy satisfecha de haber añadido un par de zapatos rosas -uno de los colores expresamente prohibidos por el código de vestimenta del enlace- al modelito que lució en un evento tan especial, un vestido blanco -otro de los tonos tradicionalmente vetados entre las invitadas a cualquier enlace- de su propia firma.
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“Están un poco sucios porque los llevé a una boda el sábado y bailé bastante, pero siguen siendo mis zapatos favoritos”, explicó la que fuera integrante de las Spice Girls en un vídeo compartido en la citada plataforma, aparentemente ajena a cualquier controversia. “Son perfectos para completar conjuntos más simples y dejar todo el protagonismo a los zapatos. Es un color brillante, moderno y cool”, argumentó.
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Las palabras hacia los recién casados
Sea como fuere, lo cierto es que Victoria se lo pasó en grande durante la fiesta posterior a la ceremonia, la cual tuvo lugar en la amplia finca que el defensa del Real Madrid posee a las afueras de la ciudad, y demostró sentirse muy cómoda en todo momento gracias a la hospitalidad de sus anfitriones y al ambiente tan acogedor que se respiraba. Tanto es así, que tanto ella como su marido se quedaron en la celebración nada menos que hasta las cinco de la mañana.
"¡Fue una boda preciosa! ¡Muchos besos y felicidades!”, escribía entusiasmada Victoria en la esfera virtual para dar las gracias a Sergio y Pilar por una jornada inolvidable, la cual se vio seguida de un domingo lleno de actividades para la familia Beckham en la bella ciudad del Guadalquivir.
