La actriz es lo suficientemente sincera como para reconocer que no le hace ninguna gracia ver antiguos episodios de Grey’s Anatomy y comprobar lo mucho que ha cambiado desde entonces.
Cuando su compañero de reparto Patrick Dempsey abandonó Grey’s Anatomy tras la décimo primera temporada, Ellen Pompeo se propuso demostrar -previo aumento de sueldo- que la historia podía funcionar con ella al frente y sin que su personaje tuviera un interés amoroso, al menos por un tiempo. Los datos de audiencia acabaron dándole la razón y convirtiéndola, además, en una de las estrellas mejor pagadas de la pequeña pantalla, pero permanecer en la serie durante casi dos décadas también ha tenido sus inconvenientes.
“Ver cómo envejezco en televisión no es gracioso”.- Ellen Pompeo
Su evolución física desde los treinta, cuando grabó el piloto, a los 50 años que tiene a día de hoy está perfectamente documentada en el drama médico y, como ella misma reconoce, las comparaciones resultan odiosas. “La diferencia es evidente porque además llevo siempre la misma ropa que usa a diario Meredith. Así que ver cómo envejezco de esa forma... no es gracioso”, le confesó la intérprete al también actor Dax Shepard en su podcast ‘Armchair Expert’, que acompañó de un par de palabras malsonantes para terminar de ilustrar sus sentimientos al respecto.
Aunque Ellen no oculta que su prioridad es ganar dinero y no buscar nuevos desafíos interpretativos, lo que explica que nunca haya renegado del papel que le dio la fama, también es consciente de que llegará un momento -y una edad- en que tendrá que decirle adiós. “No quiero ser la uva que se muere en la vid”, aclaró. “Obviamente, el objetivo ahora es dejarlo más pronto que tarde y hacerlo además mientras sigamos en la cresta de la ola. No pretendo quedarme ahí para siempre. Tampoco sería posible. Si al final acaba convirtiéndose en un incordio y ya no me siento a gusto, habrá llegado el momento de marcharse
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