Flores, mariposas y moños vistieron el Palacio de Bellas Artes durante el gran homenaje
México se despidió del ganador del Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, el día de ayer en el icónico Palacio de Bellas Artes, ubicado en el centro histórico de la ciudad.
Decenas de lonas negras cubrían templetes y escenarios, contrastando con moños y flores amarillas, las favoritas del escritor.
La ceremonia oficial se realizó en el interior de este recinto, en el que los asistentes cubrieron de luto las paredes, acompañados por el silencio.
En la parte de afuera, miles de fanáticos de México, Colombia y de otras nacionalidades, bailaban al ritmo del vallenato, mientras otro leían su obra más simbólica: “Cien años de soledad”.
El grupo Guatapurí, cuyo vocalista es el de la misma nacionalidad que Gabriel García Márquez, se encargó de amenizar a la gente que llegaba hasta el Hemiciclo a Juárez.
Las mariposas amarillas que volaron sobre el Palacio ofrecieron un increíble espectáculo visual.
Esta banda se reunía con el escritor cada 6 de marzo, día en que celebraba su cumpleaños, para tocar sus temas favoritos, entre los que se encontraba “El cantor de fonseca”.
Para tan importante homenaje, los presidente de México y Colombia, Enrique Peña Nieto y Juan Manuel Santos, acudieron al Palacio con sus respectivos discursos para honrar a quien tiernamente sus seguidores llamaban “Gabo”.
“Para orgullo de México, nuestro país fue el segundo hogar de García Márquez, donde encontró el espacio y la libertad para vivir su vocación y consagrarse en la literatura. Los mexicanos vimos crecer a ese árbol eterno que es García Márquez”, afirmó Peña.
“Nunca es demasiado tarde para creer en la utopía, una nueva y arrasadora utopía a donde nadie puede decir por otros hasta la forma de morir, donde deveras se cierto el amor y sea posible la felicidad”, dijo Santos citando las palabras del difunto cuando recibió el Premio Nobel.