La publicación a mediados de 2016 de unas fotografías en las que Taylor Swift y Tom Hiddleston aparecían besándose en una playa de Rhode Island, apenas dos semanas después de que se conociera la noticia de la ruptura de la cantante con el DJ Calvin Harris, consiguieron que el mundo entero se volviera loco.
Sorpresiva pareja
La fascinación que producía esa inesperada nueva pareja se debía en parte a las sospechas de montaje -en aquel momento el nombre del actor británico sonaba con fuerza para sustituir a Daniel Craig como James Bond- que planearon sobre su romance durante su corta duración y que no hicieron más que aumentar cuando él se dejó ver en una de las tradicionales fiestas que su entonces chica organizaba con motivo de las celebraciones del 4 de julio con una camiseta que rezaba ‘Yo amo a T. S.’.
El escrutinio mediático y las burlas que soportó en aquella época le pasaron claramente factura a Hiddleston y, tras explicar en una entrevista de 2017 por qué se había puesto esa prenda de la vergüenza -él sostiene que era la única que tenía a mano para protegerse del sol y que le pareció una ocurrencia divertida- y negar que su noviazgo con la estrella del pop fuera una maniobra publicitaria, él no quiere volver a hablar en público de ese tema.
Punto final
Así lo demuestra la nueva entrevista que concedió al periódico The New York Times, en la que exigió que la periodista en cuestión -Laura Collins-Hughes- no sacara a relucir en ningún momento el nombre de Taylor Swift. “Su publicista solo mencionó esa condición después de que yo me presentara en el lugar acordado: Nada de hablar de Taylor Swift, con quien el señor Hiddleston mantuvo un breve e intenso romance que dio pie a un sinfín de titulares y que, tras su ruptura, ella utilizó como inspiración para las letras de sus canciones”, explica el artículo en cuestión.