Aunque Sophie Turner es la primera que ha incluido anuncios en sus publicaciones de Instagram, etiquetando por ejemplo a la marca de productos para el cuidado del cabello con que colabora en las fotografías en que posa sobre la alfombra roja, también considera que existe un límite que no debería cruzarse jamás.
Directa muy directa
Este lunes, la actriz de Game of Thrones dejó clara la opinión que le merecen las celebridades o estrellas de las redes sociales que promocionan cierto tipo de productos a través de sus plataformas sin cuestionar su legitimidad o directamente si pueden resultar perjudiciales para la salud. “Hola chicos, hoy voy a celebrar mi imagen de influencer”, afirma Sophie en la grabación, en la que utiliza un tono de voz forzado y un filtro que suaviza sus facciones hasta casi borrarlas. “Quería compartir con todos ustedes estos nuevos polvos o lo que sean que te pones en los dientes. Básicamente lo que consiguen es hacerte ir al baño hasta que echas incluso los sesos. En realidad no debería de promocionarlos frente a mujeres jóvenes o cualquier otra persona, pero no me importa una pizca porque me están pagando dinero por ello. ¡Así es la vida del influencer!”. La joven siguió así los pasos de otra intérprete, Jameela Jamil, quien no tuvo ningún reparo en criticar públicamente -dando nombres y apellidos- a los famosos que han alabado, por ejemplo, esos batidos que prometen ayudar a conseguir un vientre plano sin advertir de sus efectos perjudiciales, como la diarrea, los dolores de estómago y la deshidratación.