La historia se repite. A lo largo de los meses que duró su compromiso con Ariana Grande, Pete Davidson mantuvo una complicada relación con las redes sociales que le llevó a desactivar los comentarios de su cuenta de Instagram antes de eliminar temporalmente todas las publicaciones de su perfil y, finalmente, cerrarlo de manera definitiva a finales del año pasado para alejarse de las especulaciones y rumores que circulaban acerca de su historia de amor con la cantante y su posterior ruptura. Ahora su nueva novia, la actriz Kate Beckinsale, parece estar atravesando una situación muy similar. La protagonista de la franquicia Underworld siempre se había caracterizado por saber lidiar con los troles y los haters haciendo gala de un ácido sentido del humor que daba la impresión de que nada lograba afectarle. Sin embargo, este fin de semana, borró por completo su Instagram sin previo aviso y sin ofrecer ninguna explicación. Por ahora, sus fans aún pueden ver el número de seguidores que acumula, casi tres millones, y las personas a las que ella sigue, pero eso es todo: no queda ni rastro de las fotografías y videos que había compartido. Por el momento, solo puede especularse acerca de los motivos que le habrían llevado a tomar esa decisión, aunque no cuesta imaginar que tendría algo que ver con la presión mediática que ha venido soportando desde que se confirmara su romance con el cómico de Saturday Night Live. La diferencia de edad que existe entre ambos, el hecho de que su noviazgo se haya afianzado rápidamente -la semana pasada Pete conoció a los padres de la intérprete- o que ninguno de los dos haya tratado en ningún momento de esconderse han sido tanto solo algunos de los factores que han provocado que su romance resulte muy chocante a ojos de muchos y que planee sobre él la sombra del montaje. Quizá por esa razón, Kate haya preferido distanciarse de la esfera virtual para no leer esas teorías y apostar al máximo por su futuro con Pete.