La actriz se arrepiente de haber cedido a las presiones de Hollywood y ponerse en contra de Shannen
Tras la abrupta salida en 2001 de Shannen Doherty de la serie ‘Charmed’ a causa de su sonada enemistad con su compañera de reparto Alyssa Milano, la actriz Rose McGowan fue la encargada de sustituirla dando vida a una nueva hermana Halliwell, lo que supuestamente dio pie a un enfrentamiento entre ambas.
Ahora, casi diez años después del final de la serie, Rose ha querido enviar todo su apoyo a Shannen -que se está sometiendo a un tratamiento de quimioterapia para acabar con el cáncer de mama que padece- para aclarar que entre ellas no existe ninguna disputa o enemistad, por mucho que Hollywood y el patriarcado intentaran en su momento que así fuera.
“Shannen, nuestra historia juntas es muy divertida. Como mujeres jóvenes, fuimos enfrentadas la una contra la otra para deleite de la sociedad. Las reglas del combate de Hollywood nos lavaron el cerebro de una forma vil. Lamento que los hombres y las mujeres con el cerebro lavado de nuestra industria nos impidiesen ser amigas. Fuimos elegidas para protagonizar ese falso reality en el que se suponía que debíamos ser enemigas. Estoy muy resentida. Me arrepiento de no haber sido lo suficientemente lista como para poder decir esto en aquel momento”, se disculpa la intérprete en Instagram.
Además de señalar a los culpables de dar pie a los rumores sobre su rivalidad con Shannen Doherty, la actriz también ha reconocido que en los inicios de su carrera ella también se dejó llevar por la maquinaria de la industria que ahora tanto desprecia.
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“El miedo se apoderó de mí desde el primer momento en el que llegué a esta ciudad [Los Ángeles], pues tú eras el barómetro según el cual se juzgaba mi comportamiento. Miraban cada uno de mis movimientos con lupa: un solo paso en falso y me acusarían de ser ‘complicada’ al igual que te pasó a ti. Creo que todos sabemos lo que ocurre cuando las chicas de esta industria se salen de lo marcado. Intenté transmitir deliberadamente una imagen enigmática y sin compromisos. El acoso mediático que sufriste por ser una ‘chica mala’ fue despiadado. La sombra que has proyectado sobre mi vida ha sido muy alargada. Pero nosotras nunca fuimos las malas, eran ellos”, continúa la artista, que termina su alegato mandándole todo su cariño a su compañera de profesión que está pasando uno de los momentos más complicados de su vida.
“Shannen, todavía no nos hemos conocido, pero somos de las buenas. Dos mujeres fuertes que asustan a los falsos liberales provincianos de Hollywood por ese pecado por el que fuimos quemadas en la hoguera mediática, incitada por la prensa que ellos mismos crearon. Que mi nombre esté en las listas negras del cine y de la televisión es una amenaza. En vez de entender que somos de una raza distinta, intentaron acabar con nosotras pero no pudieron. Te mando fuerza”, finaliza la activista feminista.
Desde que abandonó la serie que la lanzó al estrellato, Shannen Doherty se ha mantenido alejada del foco mediático participando en diferentes ‘tv-movies’ y series sin demasiada relevancia. Por su parte, Rose vivió su momento de esplendor como musa del controvertido director Robert Rodriguez -con el que mantuvo una relación de 2007 a 2009- hasta que en 2015 decidió alzarse en armas contra la industria que le otorgó la fama y que ha respondido dándole la espalda.
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