Aunque un poco tarde, esta fue la postura del director de cine ante lo sucedido con el productor hollywoodense
Dos semanas después de que su amigo y mentor, Harvey Weinstein, fuera acusado de uno de los mayores escándalos de abusos sexuales Hollywood, el director Quentin Tarantino se pronunció al respecto y reconoció que él “sabía lo suficiente como para haber hecho más”, como por ejemplo, dejar de trabajar con él.
El cineasta admitió además que varias actrices, incluida su antigua novia, Mira Sorvino, le hablaron en diferentes momento del comportamiento del productor cuando estaban a solas, y que incluso se enteró de que Rose McGowan había llegado a un acuerdo extrajudicial con él para silenciar un episodio sucedido en el Festival de Sundance en 1997.
“Lo que hice fue aislar esos incidentes. Cualquier cosa que diga ahora va a sonar como una excusa”, admitió durante entrevista con The New York Times.
De esa forma, el creador de filmes como Pulp Fiction y Bastardos sin Gloria optó por aceptar su conocimiento y responsabilidad de la situación en la que nadie detuvo al Weinstein.
Tarantino y Weinstein han trabajado juntos por años, primero en Miramax y, más tarde, a través de The Weinstein Company. Siendo su último proyecto juntos Los 8 más odiados.
Pese a que el propio cineasta admitió que la relación entre ellos iba más allá de lo profesional, al grado de asemejarse a la de un padre y un hijo, aseguró sentirse “avergonzado” de no haber dado importancia a lo que era “un patrón mayor de conducta” en el productor y, aunque en este caso ya sea algo tarde, hizo un llamado al resto de hombres de la industria para que den un paso al frente y pasen de las palabras a la acción, admitiendo que algo “está podrido” en ella.
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