La oscarizada Renée Zellweger desapareció del radar mediático y, por ende, de la escena interpretativa durante más de un lustro (2010-2016) a fin de poder librarse de toda la presión profesional y del intenso escrutinio público que se derivaban de su, por otro lado, privilegiada posición en la industria de Hollywood. https://www.instagram.com/p/B19UtK6oMl8/ Como se desprende de la sincera entrevista que concedió ahora a la revista New York, la protagonista de cintas tan aclamadas como Bridget Jones’s Diary o Cold Mountain llegó a sentirse completamente desconectada del “mundo real” en sus épocas de mayor carga de trabajo, hasta el punto de que no prestaba atención a sus propias necesidades o a la importancia de seguir un estilo de vida saludable.
“No me estaba cuidando, no estaba sana. Eso ni siquiera estaba en mi lista de prioridades. Posteriormente mi terapeuta reconoció que me pasaba el 99% de mi tiempo viviendo como la figura pública que era, y una fracción microscópica en el mundo real. Lo que de verdad necesitaba era no tener algo que hacer todo el tiempo, y no saber qué hacer con mi vida durante los próximos dos años para centrarme en mí misma”, aseguró la actriz.
¿Qué paso durante este tiempo?
A lo largo de esa larga temporada en la que se mantuvo alejada de los focos para poder sentirse de nuevo persona, la estrella de cine dejó de planificar minuciosamente su calendario para dejarse llevar por las circunstancias, sus deseos y también aquellas ideas que posteriormente le ayudarían a regresar con energías renovadas a la escena interpretativa.
“Me di cuenta de que quería permitir que ocurrieran ‘accidentes’ en mi vida. Asimismo, necesitaba algo de tranquilidad y paz para que las ideas volvieran a fluir”, reconoció sobre el efecto tan positivo que se desprende de algunas de las actividades a las que dedicó su tiempo durante esos años sabáticos, como la de viajar por todo el mundo e incluso apuntarse a varios cursos en la universidad.