Pedro Infante, el ídolo inmortal

Pedro Infante

Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de uno de los personajes más representativos y carismáticos de la cultura popular mexicana


A 60 años de su muerte, Pedro Infante es un caso único en el firmamento artístico de México y América Latina, pues aunque es una figura que sobresalió en el milenio pasado, en el presente sigue teniendo repercusión como fenómeno social.

Infante es un personaje popular que por su carisma y contagiosa alegría permanece en el recuerdo de los mexicanos, muchos de los cuales se identifican con este hombre que los hizo reír, cantar y llorar con sus variadas interpretaciones en el cine, donde actuó con otros grandes de la época como María Félix y Jorge Negrete.

Intérprete especializado en el género de las “rancheras”, Pedro Infante llegó a grabar más de trescientas canciones que siguen gozando de gran popularidad en toda Latinoamérica.

Su interpretación de papeles en los que encarnaba personajes de charro -hombre del campo, muy diestro en el manejo del caballo que viste un traje especial compuesto de pantalones ajustados y chaquetilla, acompañado del característico sombrero ancho, de copa puntiaguda-, varoniles y mujeriegos, así como su ejemplar personificación de las gentes humildes, siempre sencillas pero llenas de valor, a la vez que sentimentales y nobles, le valieron la aceptación de gran público, que lo convirtió en un símbolo mexicano.

NOTA: María Félix, hermosa e inolvidable diva


Pedro Infante fue un fanático de la aviación. Acumuló 2989 horas de vuelo como piloto. Estaba registrado con el nombre de rol de “Capitán Cruz”. Previo al accidente que le costó la vida, ya había tenido otros dos accidentes aéreos, el primero en la ciudad de Guasave, Sinaloa, donde al intentar despegar de una pista improvisada el avión no pudo ganar altura y se fue de frente contra un cultivo de maíz, de ese accidente le quedó una pequeña cicatriz a la altura de la barbilla, el segundo desplome fue cerca de Zitácuaro, Michoacán, razón por la que tuvo que implantársele una placa de platino en parte del cráneo.

El 15 de abril de 1957, Pedro Infante piloteaba un Consolidated B-24 Liberator, matrícula XA KUN de la empresa TAMSA, el cual fue un bombardero en la Segunda Guerra Mundial. La aeronave se desplomó entre las 7:30 y las 8:00 horas en el cruce de las calles 54 Sur y 87 de Mérida, Yucatán, en el sureste de México, poco después de despegar del aeropuerto, cuando había alcanzado unos 20 metros de altura. Hubo dos víctimas más en tierra. El avión cayó en el patio del predio de la calle 54 Sur y 87 en pleno centro de la ciudad de Mérida. Sin embargo, su monumento se erigió en la calle 62 y 91, ahí se le nombró plaza Pedro Infante.

Con información de: Milenio, Biografías y vidas, y Excelsior.

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