La intensa agenda laboral que definió el año pasado para Paris Jackson ha acabado por pasarle factura y, según aseguran distintos medios estadounidenses, la joven de 20 años habría ingresado por decisión propia en una clínica para garantizar su bienestar. Por el momento, la hija del legendario Michael Jackson residirá en el centro, donde trabajará en reiniciar, ajustar y priorizar su salud física y emocional hasta que se sienta lista para recibir el alta y afrontar los múltiples proyectos que la esperan. La noticia de que la modelo y aspirante a actriz ha optado por retirarse temporalmente de la vida pública ha venido a confirmar las sospechas de sus fans, que comenzaron a temer que algo no marchaba bien cuando Paris dejó de actualizar sus redes sociales en algún punto del pasado mes de diciembre. Esa desaparición de la esfera virtual, sumada a su ausencia en la escapada que su familia realizó a Japón para celebrar las fiestas, hicieron pensar a muchos que podía estar enfrentándose de nuevo a los mismos problemas de depresión que marcaron gran parte de su adolescencia y que le empujaron a intentar suicidarse cuando tenía apenas 13 años. Lo cierto es que Paris ha afrontado unos meses difíciles en el terreno personal, no solo por su intenso ritmo de viajes para cumplir con sus compromisos como imagen de distintas marcas, sino también por el fallecimiento el pasado mes de junio de su abuelo Joe Jackson, a quien estaba muy unida.