La famosa presentadora y empresaria habla de su experiencia en el enlace de los duques de Sussex
Varias semanas después de ejercer como testigo de excepción en la que sin duda fue la boda del año para la crónica social, la del príncipe Harry y su ya esposa, Meghan Markle, la presentadora y empresaria Oprah Winfrey no ha dudado en deshacerse en elogios hacia la ceremonia por suponer todo un canto a la multiculturalidad y por proyectar con eficacia el importante papel que juega la comunidad afroamericana en el mundo.
“Creo que fue mucho más que una boda, de verdad lo pienso. Para mí fue un momento clave de nuestra cultura, del que todos formamos parte independientemente de que estuviéramos allí o de que lo estuviéramos viendo por televisión. Creo que constató un cambio profundo en nuestras sociedades, uno que nos da esperanza y que es más grande incluso que la historia de amor de los novios”, expresó en conversación con Entertainment Tonight.
Además de estar presente en un momento histórico y, sobre todo, francamente simbólico sobre el valor de la inclusión y el intercambio cultural entre iguales, la estrella televisiva también tuvo la oportunidad de conocer personalmente a la madre de la ahora duquesa de Sussex, Doria Ragland, a la que invitó a su casa para almorzar y practicar yoga juntas.
“A la madre de Meghan ya la conocía, porque un día la invité a que viniera a casa. En primer lugar, es una instructora de yoga fabulosa, así que le dije: ‘Tráete tu esterilla de yoga y todas tus cosas por si quieres practicar yoga en el jardín’. Y la verdad es que acabó trayéndome dos regalos: uno de ellos fue una esterilla para mí y, lo que no me esperaba, comida para las dos”, reveló en la misma conversación.
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