La actriz condena los actos violentos hacia las mujeres y se preocupa por las nuevas generaciones de estrellas
La actriz Nicole Kidman no ha tardado en compartir su propia visión sobre el escándalo de abusos sexuales en el que está inmerso el otrora ‘rey midas’ de la industria del cine, el productor Harvey Weinstein, aunque en su caso ha preferido aprovechar la coyuntura para recomendar a todas aquellas mujeres que aspiran a triunfar en Hollywood que traten de mantenerse siempre fieles a sí mismas y a sus principios.
“Especialmente a las chicas más jóvenes, les diría que se cuiden mucho, que se aseguren de estar bien protegidas y que no permitan que nadie intente romper su espíritu. Una de las cosas más difíciles, pero más importantes, que tenemos que hacer en esos años es modelar nuestra identidad y averiguar quiénes somos realmente, expresar lo que queremos transmitir y hacer que nuestra voz se escuche”, manifestó la intérprete en conversación con la emisora Magic Radio.
Además de condenar enérgicamente la dinámica de acoso y dominio sistemático a la que Harvey Weinstein habría sometido a sus víctimas durante los últimos 30 años, entre las que se encuentran Rose McGowan, Ashley Judd, Angelina Jolie y Rosanna Arquette, la estrella australiana ha querido extender su preocupación a otros comportamientos vejatorios que las mujeres tienen que soportar diariamente por culpa del machismo.
“Llevo cerca de dos décadas trabajando con el organismo de Naciones Unidas para la protección de la mujer, contribuyendo a la erradicación de la violencia contra las mujeres. Y sé que es muy importante ahora mismo no tolerar en ningún caso esta clase de conductas”, explicó al medio británico.
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De hecho, gracias a su participación en la serie Little Big Lies, la estrella ganadora del Oscar ha logrado dar mayores niveles de visibilidad a la violencia doméstica que sufren millones de mujeres en todo el mundo, a pesar de que hace unos meses reconocía que dar vida a un personaje que está completamente a merced de los caprichos de su pareja le había supuesto una experiencia muy dura a nivel emocional.
“Este papel me ha afectado mucho más que cualquier otro que haya hecho. A lo largo de esos cinco meses, ha llegado a penetrar en mi mente de la manera más extraña posible, pero eso es lo que hacemos los actores, se supone que tenemos que hacer cosas muy perturbadoras de vez en cuando”, señalaba al portal The Fix poco después de ganar el Emmy a la mejor actriz de una miniserie por su interpretación en la citada producción.
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