El rey del pop sabía que su trono corría peligro
A pesar de ser conocido a lo largo de las décadas de los 80 y 90 como el rey del pop, lo cierto es que el fallecido Michael Jackson habría sentido en más de una ocasión que su trono podría estar en peligro ante la llegada constante de nuevos artistas y grupos, o como en este caso, por la consolidación de una banda que ya llevaba algunos años haciendo ruido en el seno de la industria musical, U2, con la publicación en 1988 de la que con el tiempo acabaría siendo considerada su obra maestra, el álbum ‘The Joshua Tree’.
Tanto es así, que como revela ahora el propio Bono, líder de la mítica formación, el artista estadounidense se habría dedicado durante una buena temporada a enviar espías al estudio de grabación del grupo -una vez certificado el éxito del mencionado disco- para poder desentrañar los secretos del talento que exhibían los irlandeses para la composición y para la creación de melodías que mezclaban épica y emotividad a partes iguales.
NOTA: Paris Jackson, nueva musa de Chanel
“Michael nos quería observar en nuestro propio hábitat y averiguar cómo éramos capaces de hacer lo que hacíamos”, asegura el vocalista y líder del grupo al diario The Sun.
Aunque el propio Bono reconoce que ninguno de los cuatro integrantes -The Edge, Adam Clayton, Larry Mullen Jr. y él mismo- se percató en ningún momento de los planes que llevaba a cabo Michael Jackson, el que fuera su mánager durante la mayor parte de sus 37 años de carrera, Paul McGuinnes, averiguó finalmente que el trabajo de sus representados no se estaba desarrollando en el más estricto secreto y tomó las medidas necesarias para poner fin a una situación cuando menos surrealista que, sin embargo, ahora Bono prefiere calificar de “inquietante”.
Pero al margen de las consecuencias que se desprenden de esta presunta obsesión por tener vigilados a sus competidores de la escena artística, en su ámbito más íntimo Michael Jackson se destacó siempre por el cariño y el amor incondicional que transmitía a sus tres hijos y, especialmente, a la que siempre trató como si la “princesa” de su reino se tratara: la joven Paris (18).
“Cuando era pequeña, me pasaba el día con mi padre y mis dos hermanos. La verdad es que a medida que iba creciendo, me daba cuenta de que mi padre y yo teníamos algo especial. Yo era como su favorita porque era la única niña. Era su princesa y una niña perfecta a ojos de él”, explicaba la propia Paris en una entrevista a Rolling Stone.
NOTA:Paris Jackson habla por primera vez de la muerte de su padre