Alfonso Cuarón y Lupita Nyongo triunfaron en la ceremonia
La 86ª edición de los premios Óscar dejó más sorpresas entre las anécdotas de la noche que en la distribución de los premios de la Academia de Hollywood, ya que como se esperaba, la película dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón, la espectacular ‘Gravity’, se llevó el mayor número de estatuillas doradas -siete- entre las que se encontraba el galardón al mejor director. No obstante, el reconocimiento a la mejor película de la noche recayó en la aclamada ‘12 años de esclavitud’, del director británico Steve McQueen y el filme que narra con crudeza los efectos de la esclavitud en Estados Unidos.
Mientras que la aventura espacial dirigida por Cuarón barrió en casi todas las categorías técnicas -mejores efectos especiales, banda sonora, montaje y fotografía, entre otros-, los premios del apartado artístico se repartieron entre ‘Dallas Buyers Club’, con Matthew McConaughey y Jared Leto alzándose como el mejor actor protagonista y de reparto, respectivamente; ‘Blue Jasmine’, la película que ha ayudado a Cate Blanchett a hacerse con su segunda estatuilla, y la propia ’12 años de esclavitud, que ha consagrado a la chica de moda, Lupita Nyong’o, como una de las grandes sensaciones de la industria de Hollywood: la actriz de origen mexicano ganó en la categoría de mejor actriz de reparto.
A diferencia de la gala del año pasado, en la que Seth MacFarlane generó más críticas negativas que elogios por su papel de maestro de ceremonias, en esta ocasión la presentadora Ellen DeGeneres se ganó el aplauso de los expertos y del público por igual, con un monólogo inicial que conjugó las necesarias bromas ocurrentes con un tono respetuoso que no dejó ninguna cara larga entre las celebridades.
Más allá de las decisiones tomadas por los académicos en la gran noche de Hollywood, que dejó como grandes perdedores al multinominado Leonardo DiCaprio, al director de ‘El lobo de Wall Street’, Martin Scorsese, y en general a todo el equipo de ‘La gran estafa americana’ que se fue a casa de vacío, el evento será recordado también por la enésima caída de la carismática Jennifer Lawrence en medio de la alfombra roja y por la gran pizza que compartieron Brad Pitt y Ellen DeGeneres tras convocar al repartidor en pleno Teatro Dolby.
De la misma forma, la presencia en el escenario de una radiante Penélope Cruz para entregar una estatuilla, la aparición de una embarazadísima Elsa Pataky junto a su marido, el australiano Chris Hemsworth, y el recuerdo constante al fallecido Philip Seymour Hoffman también fueron momentos increíbles en una ceremonia más dinámica y ágil que de costumbre, con discursos limitados a los 45 segundos de duración por orden expresa de la organización.
