Aunque su carrera interpretativa sigue en punto muerto al margen de apariciones puntuales como las que ha realizado en la serie británica ‘Sick Note’, la actriz ahora reconvertida en empresaria Lindsay Lohan ha ido regresando poco a poco a la vida pública en el último par de años gracias tanto a sus negocios como a sus escándalos personales, cada vez más espaciados en el tiempo, pero igualmente sonados, entre los que destacan su ruptura con Egor Tarabasov entre acusaciones de malos tratos o más recientemente su polémica interacción con una familia de refugiados que se encontró en la calle y que retransmitió a través de Instagram hasta que acabó con ella siendo noqueada de un puñetazo. Con un nuevo reality para MTV a punto de estrenarse el próximo enero -‘Lindsay Lohan’s Beach Club’, acerca de la inauguración de su club en la isla griega de Miconos-, la antigua estrella Disney espera poder cambiar su imagen pública y dejar atrás el pasado de una vez por todas. “Soy quien soy. Soy una buena persona. Me cuido, estoy sana. A ver, claro que me gusta divertirme, pero eso no significa que tenga que salir y beber alcohol y volverme loca. Ahora tengo una buena relación con ese concepto, y en el fondo es más divertido ver a otros salir de fiesta”, insiste en su última entrevista para la revista Paper, a la que acompaña un reportaje en el que posa caracterizada como algunas de las princesas más famosas de la factoría que le dio la fama. “Mi hermano y su mujer vinieron de visita a Miconos hace poco y todo el mundo quería salir a diario, pero yo me fui a casa la mayoría de las noches. Algunos de mis amigos tampoco estaban interesados en irse de fiesta, así que venían conmigo y yo cocinaba para ellos. Me encanta cocinar para los demás, tener invitados en casa y escuchar buena música juntos”, continúa explicando acerca del nuevo estilo de vida que ha abrazado desde que en 2015 se instaló en Dubái, donde afirma que por fin ha podido olvidarse de la paranoia que le causaba el acoso de los paparazzi. “En Estados Unidos te siguen a todas partes, incluso después de haber conseguido sacarte la fotografía que buscaban. Te genera una sensación de ansiedad muy real”. Al día de hoy, la atención de la estrella está puesta en “construir un imperio” a partir de sus negocios en Grecia, con el objetivo de compensar todos esos años en que no pudo dedicarse tanto como hubiera deseado a su carrera por culpa de sus problemas legales, que le obligaban a entrar y salir constantemente de rehabilitación. “Me robaron esa posibilidad durante un tiempo, cuando estaba pasando por muchas cosas. Gastaba mi dinero en recibir tratamiento en distintos centros por orden de un juez. Era muy duro seguir trabajando porque ¿cómo iba a encontrar tiempo para hacerlo?”, lamenta en la misma conversación, en la que repite en varias ocasiones dos frases: “Lo pasado, pasado está" y “lo único que he querido siempre es trabajar”.