La intérprete británica se sometió a un régimen que funciona como ‘bótox natural’
Lily Allen ha encontrado una reveladora opción en materia de belleza. Se trata de un ‘gimnasio’ en donde recibes un entrenamiento facial que funciona como bótox natural.
De esta forma, la intérprete de ‘It’s Not Fair’ consigue combatir los signos de la edad y, para maximizar los resultados, contrató un entrandor personal que le cobra 125 dólares la hora.
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Algunos de los tratamientos que ofrece este gimnasio son sesiones de media hora de calentamiento, cardio y estiramiento para diferentes áreas como frente, mejillas o cejas.
Lily se ha inscrito al centro dos meses después de haber cumplido los treinta para así llevar un estilo de vida más saludable, tras sufrir un colapso durante el festival de Glastonbury y tener que ser atendida por los paramédicos.
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