El primer contacto de Kristen Stewart con la fama, tras el estreno de las películas sobre el fenómeno adolescente Twilight (Crepúsculo), se vio definido por la inmensa atención mediática que recibió la relación sentimental que mantenía con su compañero de reparto Robert Pattinson. Su reacción automática ante ese escrutinio al que estaban sometidos fue adoptar una política de secretismo absoluto que, con la perspectiva que otorga el paso del tiempo, ella reconoce ahora que no hizo más que perjudicarles a nivel personal. “Cuando Rob y yo estábamos juntos... no teníamos ningún ejemplo que seguir. Perdimos demasiadas cosas en nuestro empeño por controlar al menos un aspecto de nuestro día a día. Nos repetíamos constantemente: ‘No, nunca hablaremos de esto. Jamás. Porque es algo solo nuestro’”, reconoció ahora en una nueva entrevista a la edición británica de Harper’s Bazaar, en la que no puede ocultar su asombro al hablar de cómo los ídolos adolescentes actuales, que se encuentran en una situación similar a la suya cuando tenía tan solo 18 años, saben lidiar como verdaderos profesionales con el interés de los fans y construir su propia imagen pública a través de las redes sociales. "¡Cuentan con una iniciativa brutal! Y tienen muchísima confianza en ellos mismos. ¡Resulta abrumador! No me lo explico, ¿cómo puede ser si en realidad son muy jóvenes?”.
Nueva perspectiva
En la actualidad, la intérprete ha abandonado esa “mentalidad de la vieja escuela”, que le hacía temer que la percepción del público sobre su persona pudiera afectar a su carrera o su credibilidad como actriz, y ha empezado a disfrutar realmente de su vida privada en lugar de preocuparse únicamente por protegerla: de ahí que se permita mencionar de pasada a sus parejas sentimentales o mostrarse en público con ellas. “A mí me han llegado a decir: ‘Si te hicieras el favor de no darle la mano a tu novia cuando estáis en lugares públicos, a lo mejor conseguirías un papel en una película de Marvel’. Pues resulta que yo no quiero trabajar con personas así", afirmó para resumir su nueva actitud.
