A sus 7 años, Blue Ivy es considerada una de las niñas más influyentes del mundo -con permiso de North West- por el revuelo mediático que se genera a su alrededor en sus escasas apariciones públicas. A diferencia de los retoños de otras celebridades, como es el caso de la primogénita de Kim y Kanye, la hija mayor de Beyoncé y Jay Z apenas aparece en las redes sociales de sus padres y solo los acompaña en contadas ocasiones sobre la alfombra roja, aunque en cada una de ellas logra acaparar todas las miradas con su personalísimo estilo.
Pequeña fashionista
Obviamente, Blue no elige sola los atuendos que luce, pero tampoco se encarga de hacerlo por ella su famosa madre; en realidad, la pequeña cuenta con un estilista propio, Manuel Mendez, que lleva trabajando para la compañía Parkwood Entertainment de la famosa estrella desde 2009. El encargado de introducir a Mendez en el equipo del poderoso matrimonio fue uno de sus amigos, Ty Hunter, que resulta ser además uno de los estilistas de Beyoncé y que se encargó de presentarle primero a la madre de la intérprete, Tina Knowles, tras lo cual le acabaron ofreciendo la oportunidad de trabajar como asistente de vestuario en la gira ‘I Am...’. “Me dedicaba a ser ayudante y a arreglar los vestidos del espectáculo, y a hacer de todo un poco”, explicó en una entrevista a People en Español. Respecto a su manera de trabajar con Blue Ivy de cara a algún evento, como la gala de los Grammy 2018 para la que vistió a la pequeña con un esmoquin blanco de Valery Kovalska, o los MTV VMA de 2016, cuando eligió para ella un impresionante vestido color champán de Mischka Aoki, Mendez sostiene que el proceso es relativamente simple. “A todos los niños siempre hay algo que les interesa o que les gusta... un color o una comida, y hay que preguntarles qué tipo de películas ven. Ella ve casi lo mismo que cualquier otro niño, pero lo importante es conocerlos y hacerte amigo suyo para saber qué les gusta”, reveló.
