En los últimos años, la imagen pública de Sam Smith ha evolucionado considerablemente para alejarse de los trajes oscuros y sobrios por los que optaba en los inicios de su carrera en favor de un estilo que se ajuste más a su personalidad.
Esa evolución se debe, en gran parte, a la promesa de aprender a querer su cuerpo que se hizo a sí mismo hace un tiempo tras años negándose a quitarse siquiera la camiseta en público por miedo a recibir burlas acerca de su pecho, que siempre le ha avergonzado debido al exceso de estrógenos que en la adolescencia le hizo desarrollar un mayor volumen de tejido mamario.
En esa misma línea, el cantante acaba de vivir un hito muy importante para él al atreverse por fin a pisar una alfombra roja con unos zapatos de tacón: en concreto, unos elegantes botines negros de Gucci con los que este martes acudió a la gala organizada en Londres por la revista GQ para homenajear a los hombres del año.
“Esta noche, por primera vez, me he puesto unos tacones para asistir a una entrega de premios. Acabo de llegar a casa después de disfrutar de una velada maravillosa y, al entrar por la puerta, me he detenido un momento para escuchar el ruido que hacían mis tacones contra el suelo. Y he pensado: '¡Claro que sí!’. Hubo una época en la que creía que jamás me atrevería a mostrarme a sí, como soy, frente a la industria. O frente a cualquier otra persona. Y me siento tan bien que quería compartir este momento con todos ustedes”, escribió emocionado a través de Instagram.
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