Un año más el, festival de Coachella logró reunir en el desierto californiano a celebridades de todo tipo, propiciando un sinfín de reencuentros que no siempre resultan felices.
Este sábado, por ejemplo, una de las muchas fiestas que se realizan antes de los conciertos de la noche consiguió reunir bajo un mismo techo a Kendall Jenner y Jordyn Woods, la antigua compañera de piso de su hermana pequeña Kylie.
Que se sepa, ese era el primer encuentro de Jordyn con uno de los miembros del mediático clan que hasta hace tan solo dos meses la consideraba una más de la familia. Sin embargo, después de que ella misma admitiera haber besado a Tristan Thompson -el entonces novio de Khloé Kardashian- tras una noche de fiesta que acabó en casa del jugador de baloncesto, sus antiguos amigos le dieron la espalda y cortaron todos los lazos que les unían, tanto en el plano personal como en el profesional.
Según explicaron varios testigos presenciales al portal People, la famosa modelo -que estaba sentada a una mesa junto a su amiga Hailey Baldwin cuando Jordyn hizo acto de presencia acompañada de Jaden Smith- no le dirigió la palabra en ningún momento, aunque sus miradas se cruzaran varias veces y la tensión resultara más que evidente. Finalmente Jordyn acabó por abandonar el evento tras mantener una breve discusión con su madre, que también se encontraba presente.
En cuanto ella se marchó, el ambiente se volvió mucho más relajado y Kendall continuó divirtiéndose con sus amigas como si nada hubiese sucedido, pero ese breve encuentro fue suficiente para confirmar que Jordyn Woods no sigue siendo una persona grata para los Kardashian-Jenner.