Por: Bang Showbiz /Foto: Getty Images La cantante Katy Perry aprovechó el paso de su gira Witness por Reino Unido para comenzar a ganarse al público que aún no hubiera caído rendido a sus pies, en vista de que en un futuro podría pasar mucho tiempo en el país después de que a principios de año confirmara su reconciliación con Orlando Bloom. Para conseguirlo, la estrella del pop se ha fijado el ejemplo de otra grande de la industria que en su momento se mudó por amor, Madonna, quien no dudó en convertirse en toda una ‘lady inglesa’ tras contraer matrimonio con Guy Ritchie. Aunque de momento los planes de Katy no lleguen a tanto, ella ya ha comenzado a familiarizarse con la cultura pop y el argot del lugar. “Estoy obsesionada con esta nación. ¡Me encanta ver Coronation Street y Eastenders”, confesó Katy a sus fans durante el concierto que ofreció en el O2 Arena de Londres el fin de semana. “Me muero de ganas de tener mi propio pseudoacento falso, ¡como Madonna! Lo único que quiero es ser como ustedes”, aseguró en otro de sus recitales en el mismo emblemático escenario, reconociendo que la forma local de pronunciar expresiones como ‘hacer té", “comer frijoles de Heinz” o “ir al pub” le resulta muy exótica. A la intérprete no se le escapa la ironía de que su exmarido Russell Brand también fuera británico, al igual que su actual chico, algo que ella misma admite no es ninguna casualidad. “Me enamoro de los ingleses con mucha facilidad. Paso muchas noches aquí, muchas noches de locura. Componiendo canciones en Surrey, yendo de compras a Topshop...”, explicó recurriendo a los estereotipos, antes de dedicarle el tema ‘Into Me You See’ al protagonista de The Lord of the Rings. “Esta canción es para un chico inglés, se trata de una declaración de amor y quiero dedicarla también a ustedes porque tengo la sensación de que, una vez que me enamoré de un chico inglés, me enamoré de todos. ¡Así que estamos juntos en esto!”. A su paso por la ciudad del Támesis, Katy no quiso perderse la oportunidad de acudir a ver Killer Joe, la obra de teatro que Orlando representa actualmente en los Trafalgar Studios.