La cantante considera que tanto su novio como ella tenían que completar un “viaje individual” para sentirse “completos” antes de estar preparados para pasar el resto de sus vidas juntos.
El próximo disco de Katy Perry incluirá una canción titulada ‘Champagne Problems’ que habla de los altibajos que ha atravesado su relación sentimental con Orlando Bloom, con quien actualmente está esperando su primer hijo en común.
En 2017, la pareja protagonizó una ruptura tan discreta como lo había sido hasta entonces su noviazgo. Personalmente, ella no se arrepiente del tiempo que pasaron separados, por muy mal que lo pasara entonces, porque considera que les ayudó a alcanzar un punto de mayor madurez y a construir una base más sólida cuando por fin se dieron otra oportunidad. “En realidad, se trata de un viaje individual que consigue que todo sea mucho mejor. Los dos tuvimos que decidir embarcarnos en ese camino por separado porque no somos dos mitades que conforman un todo”, señaló la estrella del pop en una entrevista a la revista People. “Somos dos entidades completas e independientes que consiguen que esto funcione”.
Salta a la vista que Katy, que estuvo casada anteriormente con el humorista Russell Brand, no cree en las medias naranjas ni en los finales felices comiendo perdices. “Es una evolución constante, y las cosas no son siempre de color de rosa, pero también ha sido bonito poder compartir con el otro todo lo bueno, lo malo y lo que se incluye entre ambos extremos, y luchar por ser la mejor versión de nosotros mismos”, ha admitido. “Ahora siempre bromeamos con que todavía tenemos muchos problemas por solucionar, ¡pero son problemas del primer mundo! Ya hemos pasado por un infierno juntos”.
