La actriz se sinceró sobre su recuperación tras dar a luz
Tras convertirse en madre por tercera vez con su primer embarazo, la actriz Katherine Heigl no ha hecho lo posible por lucir su antigua silueta en un tiempo récord. Sin embargo, lo sorprendente es que se haya atrevido a admitir que, por muy feliz que se sienta con la llegada de su nuevo retoño, ha habido momentos en que ha llegado a desesperarse al mirarse en el espejo y no reconocerse.
“En los siete meses que han pasado desde que nació Joshua he conseguido ir perdiendo el peso que gané durante el embarazo, despacio pero de manera constante, y me quedan solo cuatro kilos por bajar”, explicó con total sinceridad la artista, madre también de dos niñas adoptadas junto a su marido Josh Kelley, en su blog personal ?Heavenly Days?. “Gané 22 kilos mientras estaba embarazada, y no voy a mentir, hubo momentos en los que sentí verdadero pánico ante la idea de que jamás sería capaz de perder tanto peso. Esperaba engordar solo la mitad, al igual que le pasó a mi madre, pero acabé dándome cuenta de que eso era imposible para mí", admitió.
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En los primeros meses de gestación, la antigua estrella de Grey?s Anatomy siguió una rigurosa rutina de alimentación y ejercicio que finalmente no le sirvió de nada.
“A pesar de que comencé con un plan de comidas apto para embarazadas, mi peso no dejaba de aumentar. Llegado un punto, probablemente alrededor del cuarto mes, tiré la toalla y traté de respetar las necesidades de mi cuerpo, confiando en mis instintos. Diez después de dar a luz a Joshua volví a subirme a la báscula para ver cuánto tenía que adelgazar”, relata.
Katherine también ha mandado un mensaje de ánimo a todos aquellas seguidoras de su bitácora personal que se encuentren en una situación similar, recomendándoles que, como ella, traten de valorar a su cuerpo dándole las gracias al comenzar el día por los milagros que realiza.
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