Jodie Foster: En su faceta como directora

Conversamos con la directora de la película “Money monster”, en la que actúan George Clooney y Julia Roberts. Ella es Jodie Foster

Jodie Foster: En su faceta como directora

Son muchos los actores de Hollywood que también son directores, desde Clint Eastwood hasta George Clooney. Pero muy pocas son las actrices que deciden cruzar la frontera de las cámaras de cine. Y Jodie Foster es una de las grandes excepciones. Con la experiencia de haber trabajado como actriz desde los 3 años, ni siquiera había cumplido los 30 cuando dirigió su primera película. Y para conocer un poco más sobre su carrera, aceptó hablar abiertamente del tema, en medio del Festival de Cine de Tribeca, en Nueva York.

¿Por qué hay tan pocas mujeres directoras en Hollywood?

Es una realidad que vivimos desde hace mucho tiempo, no solo ahora. Siempre fue así. En Europa, por ejemplo, hay más mujeres que dirigen televisión. Incluso en Estados Unidos hay más directoras de televisión que de cine.

¿Será que no las toman tan en serio?

No pienso que haya un complot contra nosotras, pero creo que la gente siente que es un riesgo contratar a mujeres para dirigir, aunque no sé la razón. Eso sí, es cierto que hay diferencias entre hombres y mujeres que dirigen.

¿Realmente hay esas diferencias?

Las mujeres tenemos un estilo de liderazgo distinto y me di cuenta cuando lo viví por mí misma. A lo mejor tiene que ver que me crié con mi madre. Pero a veces es difícil para la gente entender cómo me tienen que tratar como directora, porque hay momentos en que esperan que les pegue en la cara y es algo que nunca voy a hacer. O tal vez quieren que les diga que son muy inteligentes y que deberíamos probar lo que ellos quieren, y tampoco lo voy a hacer. No tengo ninguno de esos dos estilos.

¿Se siente alguna presión al dirigir una película por tener cierto poder de cambiar la manera de pensar de la gente?

Sí, porque nosotros controlamos la imagen, el sonido y hasta la forma en que se tiene que vestir la gente y lo que van a decir. En cierta forma es una manipulación... Espero que esta al menos sea para presentar una realidad honesta que pueda llegarle a la gente para bien. Pero también hay un límite muy estrecho entre lo que es una buena y una mala manipulación en la dirección de cine.

¿Cómo se consigue el balance entre semejante responsabilidad sin ejercer malas influencias, como ocurre con la industria de los videojuegos?

No sé si los videojuegos son tan malos. Tengo dos hijos adolescentes que no paran de jugar con esos mismos videojuegos y, en verdad, ellos no podrían ser más buenos. Siempre existe el argumento sobre el arte y la posibilidad de influenciar nuestra cultura en la dirección equivocada. En realidad, creo que hay mucho de arte en los juegos que salen últimamente. Honestamente, muchas de las novedades artísticas del momento vienen de los videojuegos. El preferido de uno de mis hijos se llama BioShock y es extraordinario. Es un universo increíble de los años 20 y 30 con música de la época y personajes extraños que hay que seguir. Es una forma diferente de ver la realidad. Como artistas tenemos la responsabilidad de desafiar al mundo a ser más abierto y a conectarse mucho más.

Jodie Foster se convirtió en una estrella de publicidad como la pequeñita perseguida por un perro bajo el logo de la crema bronceadora Coppertone. Después fue nominada al Oscar en 1977 cuando filmó Taxi Driver con Robert De Niro. Y cuando ganó el Oscar con la película The Accused en 1989, Jodie ya se había convertido en una veterana del cine, con suficiente experiencia como para dirigir sus películas, lo que hizo con una historia de terror de la serie de televisión Tales from the Darkness. Dos años más tarde, en octubre de 1991, finalmente estrenó su primera película como directora, Little Man Tate, sobre un niño prodigio y la dificultad de ser diferente a los demás... como ella.

También fundó su propia productora de cine, Egg Pictures, con la idea de producir al menos seis películas en los siguientes tres años, con un presupuesto inferior a los 25 millones de dólares (demostrando que con el sueldo de una superestrella se puede filmar una película completa). La primera producción resultó ser Nell, por la que ella también fue nominada al Oscar por el personaje de una mujer que había crecido aislada en los montes Apalaches, con un idioma propio. En 1995 volvió a dirigir una película: Home for the Holidays, sin aparecer en la pantalla, con las interpretaciones de Holly Hunter y de Robert Downey Jr. En el 2011, Jodie decidió dirigir la película The Beaver, en la que actuó también y tuvo como protagonista a Mel Gibson

Jodie entró en el mundo de Netflix dirigiendo algunos capítulos de la exitosa serie Orange is the New Black, además de un capítulo de House of Cards. Y sin aparecer en la pantalla, se atrevió a dirigir a otros grandes como George Clooney y Julia Roberts en la superproducción Money Monster.

¿En qué momento se dio cuenta de que quería dirigir cine, mucho más que actuar? Siempre quise dirigir cine.

¿Una razón en particular?

Había hecho un programa de televisión cuando tenía 6 años, con Bill Bixby. Y cuando vi que él dirigió uno de los episodios, me quedé con la boca abierta, porque me di cuenta de que a los actores también les permitían dirigir. Eso era lo que yo quería hacer, pero pensé que no me lo iban a llegar a permitir. Por eso empecé a escribir cuando cumplí 27 años, como una forma de conseguir lo que quería dirigir.

¿También es buena escribiendo?

No soy tan buena como otras personas. Soy muy exigente y como siempre quise encontrar a alguien que escribiera mejor, trabajé con muchos guionistas a lo largo de los años, aunque de vez en cuando pongo algunas ideas o reescribo lo que me dan.

¿Qué clase de historias suele buscar?

Supongo que todos buscamos algo que nos emocione desde el principio hasta el final de un libro. Y a veces hay temas que también tratamos de explorar o cosas en las que siempre pensamos, pero que no entendemos por completo, hasta que filmamos la película. Las partes de mi personalidad que necesito explorar o en las que tengo dudas, en cierta forma las resuelvo con el cine.

¿Tiene algún sistema para preparar cada película?

Con cada película siempre se me ocurre una forma distinta de contarla. Por eso pude hacer Money Monster como una producción de puro entretenimiento. Pero sé que voy a volver algún día a las de temas más personales.

El Sindicato de Directores la nominó como Mejor Directora por uno de los capítulos de la serie de Netflix Orange is the New Black. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de dirigir cine en comparación con la televisión?

El trabajo diario, en la televisión, es muy rápido. Yo también lo hago rápido en el cine, así que para mí no hay diferencia en cuanto al tiempo. Pero en una película todo debe tener sentido. No hay ninguna palabra que no tenga alguna razón. Otra diferencia es que al dirigir un solo capítulo de una serie de televisión no se puede hacer demasiado. No te dan demasiado control.

¿El proyecto de tus sueños que te gustaría dirigir y todavía no has logrado?

Todavía soy muy joven en mi carrera como directora. No he trabajado lo suficiente, porque también estaba ocupada con la actuación. Pero todavía tengo mucho por aprender. Mis primeras tres películas fueron muy personales y con Money Monster dirigí un estilo de superproducción que nunca pensé que iba a hacer.

¿Qué sigue ahora?

Acabo de terminar Money Monstery fue un año muy duro. Necesito tiempo para pensar y saber lo que realmente quiero. Siempre tomo mi tiempo. No soy una adicta al trabajo. Necesito tiempo libre para darme cuenta de quién soy.


Importando lo mejor de Hollywood en nuestro idioma, desde hace más de 30 años en Vanidades, con entrevistas y un perfil exclusivo de eventos internacionales como el Oscar o el Festival de Cannes.
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