La actriz ha regresado con Second Act, una historia de superación que inspira a las mujeres a conquistar sus sueños.
J.Lo está a punto de cumplir 50 años y su imagen sigue provocando la misma atracción que al inicio de su carrera. Sus posteos en Instagram, donde supera los 89 millones de seguidores, suelen ser un bombazo. Más si se trata de alguna foto sexy, y es que desata por igual comentarios incendiarios que halagadores. Lo mismo ocurre al momento de anunciar algún estreno, de hecho, el posteo del tráiler de la película Second Act rebasó los seis millones de reproducciones, a los que se sumó un número similar en YouTube gracias a “Limitless”, el tema musical que interpreta para la cinta.
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Se trata de su más reciente protagónico en Hollywood, una historia en la que da vida a Maya, una latina de 40 años que lleva 15 trabajando en un supermercado en el que ha implementado estrategias innovadoras. Cuando aplica para conseguir la gerencia, su jefe elige a alguien externo y con título universitario. Frustrada, y sin esperanzas de “un segundo acto”, renuncia y recibe una oportunidad, con algo de ayuda, en un puesto estratégico en una compañía de belleza. El reto: desarrollar un producto junto a un equipo de relegados y competir con la hija del dueño, Zoe (Vanessa Hudgens), quien planea hacerle la vida imposible.
¿Qué significó para ti interpretar a una mujer que se atrevió a reinventarse y a dejar atrás el conformismo y, sobre todo, el miedo al fracaso?
Amé el personaje. Obvio, me sentía muy relacionada con Maya, y es que viene de los suburbios de Nueva York. Crecí en el Bronx, ella en Queens. No tiene formación académica, pero sí talento y motivación. Y cuando encuentra su camino, se da cuenta de sus errores y de su potencial. Entonces comienza a pensar en su vida de manera diferente y a vivir su segundo acto.
“Cada día tienes la oportunidad de lograr lo que quieras; lo único que te detiene eres tú misma. Sólo debes tomar la decisión”.
La película contrasta la educación tradicional con la experiencia que se adquiere en la calle. Tú encarnas eso y eres una fuente de inspiración para muchos latinos, ¿qué tan importante es para ser un paradigma?
Es vital. No hay una fórmula para alcanzar el éxito, sino distintas rutas, por eso me encanta Second Act; crecí en el Bronx y en realidad no tuve mucha educación, de hecho, no fui a la universidad. Incluso cuando inicié en la danza no tenía manera de entrar en el medio, no conocía a alguien de la industria del espectáculo. Simplemente no había una puerta de entrada, pero uno debe encontrar su camino. Hay que laborar duro y, claro, tener algo de talento.
“El secreto de mi éxito, creo, es que trabajo más que nadie. Jamás me detengo”.
¿Qué más puedes compartir sobre tu educación?
No fui una mala alumna, sólo no tuve tantas oportunidades y, además, tenía sueños muy diferentes a los del resto. Nunca soñé con ir a Harvard o a alguna gran universidad, ¡quería ser artista!
¿Te gustaría que tus hijos sí fueran a la universidad?
¡Por supuesto! Estoy abierta a ver en qué se convierten y qué quieren hacer. Si así lo desean, me alegrará poder enviarlos a una de esas escuelas.
¿Qué le transmites a tus hijos de toda esa experiencia que adquiriste en el Bronx?
No creo que sea posible simular lo que te da la calle. Sólo se adquiere estando allí y lo veo en mis hijos. A Emme (su pequeña que, por cierto, ya ha aparecido en sus videos) una vez le dije: “¡Tienes que ser fuerte, bebé!”. Y ella contestó: “¡Enséñame! No lo soy”. Lo entiendo, está recibiendo una educación muy diferente a la que yo tuve. Pero a nivel emocional ella es más evolucionada que yo. Ellos están más allá de los viejos modos de pensar, sus mentes están más abiertas. Es genial. No puedo transmitirles la experiencia de la calle, pero puedo compartirles los beneficios de lo que he aprendido y ayudarlos a no cometer los mismos errores.
¿Por qué decidiste hacer este filme en particular y en este punto de tu carrera?
Con honestidad, al leer el guión casi me imaginaba en el papel. Y cuando eso sucede, sé que debo aceptar un proyecto a menos que el final vaya cuesta abajo.
Actúas con tu amiga Leah Remini, ¿improvisaron mucho?
(Risas). Hace tiempo que somos muy amigas. Fue divertido y sí, tuvimos la gran oportunidad de improvisar mucho. Dos de mis momentos favoritos fueron así; uno de ellos fue una escena en la cocina en la que, entre tomas, ella se des- abotonó el pantalón y le dije que debía hacerlo al filmar. Así que se desabrochó y provocó una de las carcajadas más grandes en la película.
Milo Ventimiglia interpreta a tu novio, ¿eras fan de This Is Us?
Era una gran fanática de This Is Us en su primera temporada. Y cuando leí el primer borrador completo del guión, pensé que el personaje lo tenía que encarnar Milo. ¡No podía imaginar a nadie más! Tiene ese estilo de chico de barrio bonachón que encaja muy bien en nuestro mundo neoyorquino. Cuando lo vimos con gorra en un campo de beisbol en Queens, parecía pertenecer allí de modo natural. ¡Fue grandioso, me encantó trabajar con él!
Existe una escena en la cinta en la que hablas en mandarín, ¿en serio lo practicas?
Fue difícil. Me colocaron un dispositivo en el oído y trataba de imitarlo. Lo hice bastante bien. Tenía que decir sólo una línea. La repetí porque no sonaba a mandarín. ¡Leí la fonética!
¿Sientes que tienes una especie de sexto sentido para saber lo que quiere la gente?
Sí. Es un talento. Hay muchas personas con él, pero no todas están dispuestas a hacer lo que en verdad se requiere.
Alex (Rodriguez) y tú están haciendo un gran trabajo con la comunidad latina, ¿cuál es su motivación?
Ambos somos latinos y nos hicimos nosotros mismos. Él tuvo que trabajar arduamente y es algo que tenemos en común. Cuando era jugador de beisbol se esforzaba, por eso lo conocían, y yo era igual.
“Tenemos la cultura del trabajo, valoramos y sabemos lo que se siente provenir de la nada”.
Intentamos ayudar, retribuir y enseñarles eso a nuestros hijos, ya que ellos están creciendo con más privilegios que nosotros, por lo que necesitan vernos laborar duro para saber que así debe ser. Es una parte importante de la vida.
Tu Instagram muestra que estás en excelente forma, ¿cuál es tu secreto?
Tienes que dedicarte, no hay otra manera. No me mato como cuando tenía 20 años y solía levantarme a las cinco de la mañana para ir al gimnasio y luego a bailar. En realidad, estoy en sintonía con mi salud, mi mente y mi cuerpo. Se debe al hecho de que soy actriz y estoy muy consciente de lo que hago todo el tiempo gracias a 20 años de estar frente a la cámara sabiendo que me están viendo. Ahora hago ejercicio tres veces a la semana y bailo un poco y es todo. Pero no quiero estancarme y empezar a ir cuesta abajo. Quiero superarme. Es mi filosofía.
¿Vas a lanzar una línea de cuidado de la piel al igual que tu personaje en Second Act?
Sí, y ojalá estuviera lista ahora. Pero tiene que ser como quiero que sea. He aprendido muchos secretos a lo largo de estos años y he recopilado información, consejos y datos. La gente quiere, desea conocerlos y compartirlo, pero los productos deben ser perfectos.
