Una foto de la modelo levanta las sospechas de una boda secreta, ¿será cierto?
Desde que dieran la bienvenida al mundo a su primera hija, la pequeña Lea, en marzo del año pasado, la modelo Irina Shayk y el actor Bradley Cooper no han hecho otra cosa que sumergirse aún más en su autoimpuesto encierro para tratar de mantenerse tan alejados de la vida pública como les resulte posible.
Sin embargo, y al margen de las contadas fotos que de la pareja han tomado los paparazzi durante sus escasas apariciones en las calles de Los Ángeles, la modelo rusa se ha encargado ahora de convertirse una vez más en noticia -claramente sin proponérselo- por medio de su propio perfil de Instagram, donde ha publicado una inocente foto que, por desgracia para ella, ha terminado generando un gran revuelo entre sus seguidores al sugerir que podría haber pasado por el altar con el astro de Hollywood.
La instantánea que ha desatado el debate en la esfera virtual parece enmarcarse en unas agradables vacaciones costeras de las que estaría disfrutando estos días la estrella de las pasarelas y su familia, ya que en ella Irina se limita a exhibir ante sus seguidores un simpático cangrejo escondido en un caracol, todo un hallazgo con el que poner el broche de oro a una relajante jornada de playa.
Evidentemente, lo reseñable de la foto no reside tanto en la pequeña criatura, sino en un detalle algo más difícil de percibir: el hecho de que la modelo luce en su mano izquierda un anillo dorado que, como era de esperar, muchos han asociado directamente a la posibilidad de que Irina y Bradley hayan protagonizado un enlace secreto aprovechando las festividades decembrinas.
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Parece poco probable, dados los niveles de hermetismo con los que han venido viviendo su romance y, en los últimos meses, su debut en la paternidad, que los dos enamorados vayan a pronunciarse con total naturalidad sobre los rumores de boda que ya planean sobre ellos. De hecho, desde la confirmación de su relación sentimental en el año 2015, la prensa del corazón ha tenido que conformarse con recurrir a informantes anónimos de su círculo más cercano para poder averiguar, por ejemplo, que Irina y Bradley llevarían ya varios meses considerando la idea de convertirse en marido y mujer.
“Bradley e Irina han estado hablando largo y tendido sobre la idea de casarse, sobre todo porque se encuentran en el mejor momento de sus vidas y en una etapa inmejorable de su historia de amor”, explicaba recientemente una fuente al diario británico Daily Mail.
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