Cuando se da vida a un personaje real, como sucede en la serie The Crown, que documenta el reinado de Isabel II, los actores sobre los que recae esa responsabilidad no pueden evitar preguntarse qué pensará la persona en cuestión -o sus allegados, si esta haya fallecido- de su trabajo. En el caso de Helena Bonham Carter, que dará vida a la desaparecida princesa Margarita en las próximas dos temporadas de la ficción de Netflix, lo mejor sería que no le diera demasiadas vueltas a ese asunto en vista de la opinión poco favorable que ese miembro en concreto de la realeza parecía tener de sus habilidades como actriz. Y ese desagrado no es un rumor: la propia Margarita se encargó de decírselo a la cara.
¿Qué habrá querido decir?
“Mi tío la conocía muy bien, era parte de su círculo de allegados, y la verdad es que daba un poco de miedo”, explicó ella en una nueva entrevista a Entertainment Weekly. En ella compartió una anécdota de la ocasión en que coincidió con la hermana de la actual monarca británica en el castillo de Windsor y esta última le comentó -no sabe si como un cumplido o una crítica velada- que por fin “estaba mejorando” en el terreno interpretativo. “Bueno, al menos yo asumí que era eso a lo que se refería”, matizó Helena reconociendo que Margarita nunca llegó a especificar en qué sentido consideraba que había ‘progresado’.
Pequeño secreto
Lo que no quiso confesar ya la artista es si recurrió a sus familiares para que le contaran algunos detalles de cómo era la princesa Margarita en la intimidad o de su controvertido matrimonio con Lord Snowdon. Lo que se ha dicho, aunque nadie lo ha confirmado, por supuesto, es que la actriz contrató a un médium para contactar con la hermana de la reina Isabel II y tratar de conocer a la mujer detrás de la royal.