La actriz Gwyneth Paltrow ha vuelto a las andadas lanzando a través de Goop, su portal de belleza y estilo de vida que ha convertido en un imperio, una especie de kit sexual diseñado para su uso durante un fin de semana al que quiera añadirse un toque picante. La selección de productos que ha recopilado la estrella y su equipo consta de un aceite para masajes, un lubricante vegano que cuesta 82 dólares, un anillo de plata adornado con plumas de marabú de 673 dólares, un consolador fabricado en oro de 24 kilates que por separado alcanza ya un precio de más de 3,400 dólares y un paquete de preservativos que es el más asequible de todos. Por supuesto, esos cinco artículos esenciales y no tóxicos que prometen encender o revitalizar la llama de la pasión o las “vibraciones sexuales” -el término que prefieren utilizar desde Goop- de cualquier pareja o individuo cuentan con características muy especiales que se ajustan a la filosofía de la intérprete -tener cosas bonitas cuesta dinero, pero merecen la pena-: el aceite tiene propiedades antioxidantes que ayuda a aportar brillo y luminosidad a la piel, los profilácticos son de látex cien por cien natural y el lubricante se elabora con un 95 por ciento de ingredientes orgánicos y deja un agradable olor a vainilla. El juguete sexual, que es sin duda el protagonista absoluto de este kit valorado en su totalidad en 4,277 dólares, ha sido fabricado con una tecnología que permite que se adapte a la temperatura corporal de cada usuario y su particular diseño -con un extremo que termina en un ángulo más puntiagudo y otro más aplanado- permite darle un sinfín de usos diferentes que se ajusten a la imaginación de cada uno. Esta exclusiva propuesta de la intérprete está a la altura de algunas de las guías sexuales que ha publicado en el pasado; en 2016, en el número de su publicación dedicado precisamente al sexo, ya ofrecía una selección de sus accesorios favoritos para jugar en el dormitorio -o donde cuadrara- que incluían un látigo de cuero de 535 dólares y varios consoladores que no bajaban de los doscientos dólares.