El actor comparte su experiencia como dueño de perros adoptados
El actor George Clooney lo tiene todo. Además de guapo adora a los animales, lo que le llevó hace unos días a adoptar un basset hound en California, que entró a formar parte de una familia canina de la que también forma parte Einstein, un cocker spaniel obeso al que sacó de un refugio en 2010. Ahora, Einstein, recorre el mundo junto a su famoso amo y sucumbe a las delicias que la vida le pone al paso.
“Ha ido amando poco a poco la comida italiana”, cuenta Clooney en el libro My Old Dog: Rescued Pets With Remarkable Second Acts (Mi Viejo perro: mascotas rescatadas con destacados segundos actos) sobre las estancias de su can en su casa del lago Como.
Aunque normalmente es difícil que los perros mayores encuentren dueño, para Clooney fue más práctico encargarse de un perro de cinco años que de un cachorro.
“Fue entrenado en casa y tiene una gran actitud. La edad no importa”, añade.
La primera vez que el artista conoció al que terminaría siendo su perro estaba nervioso por no gustarle y tomó medidas desesperadas para agradarle.
“Empecé a pensar que no iba a gustar a Einstein. Así que corrí a la cocina, donde había albóndigas de pavo y me las froté por los zapatos. ¿Quién iba a saber que lo que más gustaba a Einstein era la comida? Se tiró a mis pies”, explicó anteriormente en la revista Esquire.
Seguramente Clooney habrá utilizado una estrategia similar con Millie, la perrita basset hound que adoptó la semana pasada en el San Gabriel Valley Humane Society, donde acudió con su mujer, la abogada de derechos humanos Amal Clooney. El refugio compartió una fotografía en su página de Facebook de la famosa pareja con Millie y otra de sus mascotas, Louie, adoptado en marzo de este año.