En un principio, cuando se filtró la noticia de que George Clooney sufrió un accidente de moto mientras circulaba por una carretera de la isla de Cerdeña -donde entonces estaba grabando su nueva miniserie basada en la novela Catch 22-, se dio por sentado que el actor había tenido suerte y solo se había llevado unas magulladuras de recuerdo en vista de que apenas pasó unas horas en observación en el hospital antes de recibir el alta.
El tono desenfadado que el intérprete utilizó en los meses posteriores para referirse a la coque contra el otro vehículo, en la que salió despedido a cinco metros y se rompió el casco, contribuyó a que se quitara hierro al asunto, en gran parte porque él mismo se encargó de asegurar que si no había vuelto a montar en moto era porque su esposa Amal se lo prohibió.
George habla sobre su accidente
Sin embargo, en una nueva entrevista al portal The Hollywood Reporter, Clooney ofreció un relato muy diferente con el que descarta que su accidente fuera más aparatoso que peligroso al afirmar que él mismo pensó que había llegado su hora.
“Chocamos a noventa kilómetros por hora, así que fue malo. El casco se partió a la mitad. Perdí los zapatos y todo de lo brutal del golpe”, afirmó.
“Fue muy malo, estaba esperando a que se produjera un fundido a negro porque rompí el parabrisas del otro coche con la cabeza. Di por sentado que me había roto el cuello”.
Triste separación
En realidad, su decisión de renunciar a su pasión por las motocicletas tiene más que ver con el hecho de que él se viera cara a cara con su propia mortalidad que con el miedo a llevarle la contraria a su esposa.
“Si es cierto que tenemos siete vidas, yo ya las gasté todas. Así que puedo pasar una temporada alejado de la moto”.
