Con todo el poder que tienen, ¿los royals y las celebridades creen en misterios ocultos?, ¿acaso buscan en lo místico pistas de su destino?
No es raro encontrarnos aristócratas leyéndose las cartas o llevando pulseras contra el ?mal de ojo?. En una ocasión, una amiga muy famosa me contó cómo su madrina espiritual le había hecho un brazalete de oro ?hueco?, donde ocultaba sus amuletos de la suerte. Ella, quien no viaja sin que su astróloga le diga las fechas indicadas, no desea que la gente sepa sobre sus creencias ?espiritistas?. Me sorprendió que una persona así tuviera fe ciega en su médium, pero así es.
Desde la Edad Media, muchas familias reales de Europa creían con firmeza en hechizos, supersticiones, sortilegios, demonios y hasta en la ?magia negra? para librarse de sus enemigos o hallar la felicidad. Muchas de estas prácticas provenían de civilizaciones anteriores, como las creencias de los celtas y los dioses de los egipcios; o bien, del folclore local de quienes habitaron sus tierras siglos antes.
Es curioso que con el tiempo, y a pesar de la llegada de adelantos científicos e ideas modernas, esas sugestiones continúan y son el gran secreto de muchas celebridades.
Años atrás?
En la elegante Francia del siglo XVII, los aristócratas se pusieron a temblar cuando la famosa marquesa de Brinvilliers, Marie Madeleine d?Aubray, envenenó a su padre y hermanos para ser la única heredera de la riqueza de la familia, y más tarde perdió la vida al ser ejecutada. ?¿Habrá más mujeres u hombres así a nuestro alrededor??, se cuestionaron algunos. Todo empeoró con el escándalo de Françoise Athénaïs de Rochechouart, madame de Montespan, amante del famoso rey Luis XIV, quien fue acusada de utilizar magia negra para enamorarlo y también para envenenar a la joven Marie Angélique de Scorailles, que era uno de los intereses románticos más fuertes del soberano.
Aunque supuestamente fueron ejecutadas casi 30 personas bajo el cargo de brujería, nada malo le ocurrió a Montespan, y de hecho, siguió siendo ?la mujer más poderosa de la Corte? hasta su muerte. Años más tarde, la reina María Antonieta, en medio de su aburrimiento en el Palacio de Versalles, también se adentró en el estudio de las barajas ?mágicas?, aunque de nada le sirvieron cuando perdió la vida en la guillotina, ¡a los 38 años!
A comienzos del siglo XX, resultó escandaloso el control que tenía el misterioso Rasputín sobre la zarina Alejandra, de Rusia, quien creía que el extraño monje y sus oraciones podían curar a su hijo, el pequeño Alexis, de la terrible hemofilia que padecía. Fue tan sonado, que algunos atribuyen a ese decadente episodio el comienzo del final de la dinastía de los Romanov y el triunfo de la Revolución bolchevique.
En los siglos XX y XXI
Décadas más tarde, otra princesa famosa, Grace de Mónaco, también creía en adivinadores, el poder de la astrología y la lectura del tarot. Solía visitar al famoso psíquico Frank Andrews, a quien (según él) ella le confió que siempre había tenido la premonición de que moriría en un accidente de coche, ¡tal y como sucedió!
Más reciente, recordemos cuando la princesa Diana, desesperada por su matrimonio infeliz, se entregó a los consejos de varios psíquicos, entre ellos la famosa médium Sally Morgan, quien por cuatro años fue su confidente y le aconsejaba en todo mientras leía las cartas a otros famosos, como la actriz Uma Thurman y el cantante George Michael. Morgan todavía cree que Diana fue asesinada, asimismo, le predijo que ?moriría en un planeado accidente de auto?. Hace poco, la psíquica anunció que durante el reinado del pequeño George se resolverá ese misterio.
Muchas mujeres buscan a astrólogas (como lo hacía a escondidas la primera dama Nancy Reagan) o espiritistas cuando tienen problemas de dinero, poder, salud o amor; la adivina Laura Day ha atendido a Jennifer Aniston, Cameron Diaz, Demi Moore y Nicole Kidman en sus momentos de corazón roto. Por su parte, la comediante Chelsea Handler es asidua al famoso adivino James Van Praagh. Pero no sólo las chicas recurren a lo místico; es bien sabido que Brad Pitt ha consultado al famoso Ron Bard, el llamado ?psíquico de las estrellas? y, aunque parezca un poco absurdo, el guapo George Clooney visitó a uno para poder comunicarse con Max, su cerdito mascota por 18 años, cuya ausencia le afectó mucho. ¿Recuerdan que se querían tanto que el puerquito, de 150 kilos, dormía en su cama?
Hay quienes, como la princesa Marta Luisa de Noruega, están convencidos de ?tener poderes especiales y hablar con los muertos?, por lo que han recibido muchas críticas. Pero la monarca no renuncia a sus ?habilidades? e impartió en Oslo, junto a la famosa médium Lisa Williams, el seminario ?Almas con intuición: un día de conexiones divinas?, en el que contó al público que ¡ha podido ver y hablar con la fallecida abuela de Ari Behn, su exesposo!
EN RESUMEN: El campo esotérico atrae precisamente porque requiere una dosis de fe y esperanza. Quienes lo buscan tienen el intenso deseo que su práctica les muestre algo más allá del mundo, que, a pesar de sus riquezas o poder, no pueden conseguir ni ver.
