Eric Dane, el recordado “McSteamy” de Grey’s Anatomy y querido actor de Euphoria, ha sido diagnosticado con ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), la noticia provocó que las redes explotaran de preocupación. Más allá de su carrera actoral, el impacto emocional que genera este diagnóstico no solo recae en sus fans, sino también en la necesidad de hablar de una enfermedad que muchos aún desconocen. Por eso, aquí te contamos todo lo que sabemos al respecto.
Dane decidió abrir su corazón y compartir una noticia que nadie esperaba. La revelación la hizo en una emotiva declaración a través de la revista People, el pasado jueves 10 de abril, pues, pese al diagnóstico, su intención es seguir adelante con sus proyectos profesionales, incluyendo su participación en la tercera temporada de Euphoria, cuya grabación retomará muy pronto.
“Me siento afortunado de poder seguir trabajando y espero con ansias volve al set de Euphoria la próxima semana…Amablemente les pido que nos den privacidad a mi familia y a mí durante este tiempo”, comentó.
“He sido diagnosticado con ELA…Estoy agradecido de tener a mi amorosa familia a mi lado mientras navegamos este siguiente capítulo”, finalizó dejándo claro que necesita espacio en estos momentos de dificultad.
¿Qué es la ELA?
La Esclerosis Lateral Amiotrófica es una enfermedad neurodegenerativa progresiva, es decir, afecta las neuronas motoras que controlan el movimiento voluntario de los músculos. Con el tiempo, éstas dejan de funcionar, lo que puede provoca la pérdida de fuerza muscular, debilidad o hasta parálisis del cuerpo.
¿Cuáles son los síntomas de la ELA?
La ELA suele comenzar de forma sutil, y en algunos casos se puede confundir con otros problemas neurológicos o musculares. Por eso, es clave conocer sus síntomas iniciales, que son los que probablemente llevaron a Eric Dane a buscar ayuda médica.
Uno de los primeros signos puede ser la sensación de que se te cae algo de las manos sin razón, o dificultad para levantar objetos que antes eran fáciles de sostener. Esta debilidad puede comenzar en las manos, piernas o incluso en los músculos del habla. La ELA también puede afectar los músculos que usamos para hablar o comer, por lo que es común notar cambios en la voz, dificultad para pronunciar palabras o incluso para masticar alimentos.