Russell Crowe disfruta su papel como director

?Para cualquier actor es una transición natural convertirse en director?, dice el protagonista y director de ?The Water Diviner?

Aunque desde hace tiempo encontró el éxito en Hollywood, Russell Crowe prefiere disfrutar la fama desde lejos, en Australia. Eligiendo el rol de padre por encima de la actuación, prefirió volver a mudarse con su familia a Sydney, donde incluso encontró la mejor forma de invertir las ganancias obtenidas en el cine: comprando el equipo de rugby australiano South Sydney Rabbitohs.

¿Es cierto que contagió con el éxito a uno de los equipos de rugby más populares de Australia?

La historia empezó nueve años atrás, cuando invertí algunas de mis ganancias para comprar la mayoría de las acciones de los South Sydney Rabbitohs, mi equipo de rugby favorito cuando era niño. En la época cuando yo lo admiraba era un verdadero campeón, pero con el tiempo se volvió un eterno perdedor. En las últimas cuatro temporadas había terminado en el último puesto. Cuando me hice cargo del equipo, cambié la ?cultura? desde abajo y los jugadores, de ser los eternos perdedores, pasaron a ser competitivos y dominantes. El año pasado, en octubre, ganaron el trofeo de la Liga Nacional de Rugby por primera vez en 43 años, desde que yo era niño. Y este año, el equipo jugó en la Liga de Super Campeones Europeos y hoy también tenemos la copa del World Club Callenge. Es decir, que ganamos todos los trofeos posibles que se puedan conseguir en una liga de rugby.

Suena como el argumento de una buena película...
Lo bueno es que es la vida real. Eso es lo mejor. Es la realidad, no es una película, porque sucedió de verdad.

¿Es difícil de explicar la fortuna que valen ahora sus acciones en el equipo?

(Risas). Mi inversión creció con el éxito del equipo. La realidad es que fue maravilloso haber podido lograr que volviera a ganar campeonatos. El lugar donde yo crecí genera más doctores y abogados que deportistas, porque durante años vieron lo difícil que era ese camino; pero con una buena concentración es posible conseguir ciertas metas. Ese es el gran beneficio. El deporte, para mí, es la mejor excusa para inspirar a la juventud, imponiendo reglas en un campo de juego donde a veces se gana y a veces se pierde. Es una forma de enseñarles a afrontar la vida.

¿No sería bueno utilizar el deporte para reemplazar las guerras, como las vemos en la película The Water Diviner?
Mira, toda guerra debería empezar con una madre de cada bando en el lado contrario, dejándolas conversar, para ver si podemos solucionar algo antes de empezarla. Eso sería lo mejor.

Aunque se crió en Australia desde los 4 años, Russell Crowe nació en Nueva Zelanda el 7 de abril de 1964. La mudanza tuvo mucho que ver con el cine, porque ahí fue donde sus padres crearon una empresa para el servicio de comida de las filmaciones australianas. Antes, su abuelo ya se había dedicado al cine y también era el productor del programa de televisión Spyforce, donde Russell, incluso, tuvo su primer trabajo como actor. Con el tiempo, la Asociación del Cine de Australia lo premió como Mejor Actor por su actuación en Romper Stomper. Fue por esta película que, en Hollywood, Sharon Stone lo mandó a llamar para trabajar juntos en The Quick and the Dead . Con Denzel Washington cobró mucha más importancia como el villano que lo persiguió en Virtuosity, y después formó parte en nada menos que cinco producciones nominadas al Oscar como Mejor Película: L.A. Confidential, The Insider, Gladiator, A Beautiful Mind y Master and Commander: The Far Side of the World, donde, además, él mismo recibió tres nominaciones, ganando el Oscar por su rol de Gladiator.

Cuando trabajó en Proof of Life, empezó una relación con su coestrella Meg Ryan, lo que provocó que la actriz se divorciara de Dennis Quaid. También lo acusaron de la separación de Nicole Kidman y Tom Cruise, aunque ellos siempre dijeron que solo eran buenos amigos. En abril de 2003 demostró que había sentado cabeza cuando se casó con Danielle Spencer, a quien había conocido durante el rodaje de la película The Crossing, en 1989. Y aunque sigue muy conectado con Hollywood, Russell se mudó definitivamente a Australia para funcionar mejor como padre de sus dos hijos, Charles y Tennyson, que lo inspiraron para dirigir la película The Water Diviner, además de protagonizar la historia de otro padre en Fathers and Daughters.

¿Hasta qué punto influye el rol de padre en la realidad, para dirigir y protagonizar la historia de otro padre en el cine?
Desde el momento en que uno se convierte en padre, todo lo que ves en la vida pasa por el prisma de la paternidad. Y con The Water Diviner, cuando leí la historia de un hombre que tiene tres hijos que se van a la guerra y no vuelven, como padre de dos hijos... me identifiqué. Pero también me identifiqué con la guerra de Gallipoli, que es tan importante en Australia y Nueva Zelanda, porque fue la primera vez que lucharon con su bandera.

¿Y qué lo llevó a decidirse por la dirección de cine, además de identificarse con la historia?
Supongo que era el momento correcto. Es una transición natural, para cualquier actor, convertirse en director.

¿Qué tan difícil fue dirigirse a sí mismo?
Tuve mis días en los que hablaba conmigo frente al monitor: ?Ay, tonto, te dije que fueras a la izquierda. Hagamos la escena otra vez? (más risas). Pero por lo general, al crear la composición de las escenas, es más fácil ser eficiente como actor, porque sé exactamente lo que quiero.

¿Siente que es el director de cine que esperaba ser?
Lo único que puedo decirte es que generé una energía tan grande durante el rodaje, que todos sabían que podían ser los mejores. El cine es un medio visual y lo importante es que los actores se sientan cómodos para conseguir lo que buscan.

¿Han influido en usted otros directores?
No tengo ningún problema en decir que si alguien tiene una buena idea, pienso robársela por completo (risas). Cuando se trabaja en un ambiente creativo, como la música, la pintura o el cine, la influencia de otros es inevitable.

¿Piensa volver a dirigir?
En esta etapa de mi vida, me queda muy bien el sombrero de director, pero es un trabajo con muchos riesgos. Me llevó tres años dirigir una película. Durante 25 años trabajé como actor contratado para todo tipo de roles protagónicos. Si querían que fuera a Marruecos, iba a Marruecos. Si querían que fuera a Islandia, iba a Islandia. Pero ahora tengo dos hijos que tienen 8 y 11 años y necesito estar más tiempo en casa. A mi edad puedo dedicarme a dirigir, pero todo depende del éxito comercial que tenga The Water Diviner.

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