La actriz ganadora del oscar por Blue Jasmine ha aceptado un desafío totalmente diferente en su carrera: interpretar a la madrastra en Cinderella
Mientras la mayoría de las estrellas de Hollywood suelen elaborar las más complicadas tácticas después de ganar un Oscar, Cate Blanchett prefirió planear el futuro en base a los gustos de sus hijos. De esta manera, después de haber dejado Hollywood para mudarse de regreso con su familia a Australia, en pleno Festival Internacional de Cine de Cannes, confirmó su participación en la nueva versión de Cinderella.
¿No es extraño hacer una película infantil como Cinderella después de ganar el premio Oscar?
Bueno, cada vez que filmamos una película en un género diferente, con un director con su visión particular, vamos a llegar a un público distinto. Para mí, eso es emocionante.
¿Sus hijos tienen algo que ver en la decisión de hacer un estilo de cine que ellos también puedan disfrutar?
Más que todo, es un honor aceptar personajes así.
¿Pero alguno de sus hijos lee los guiones de cine que recibe?
Ah, todas las noches. Mi esposo es escritor. Y a mi hijo mayor, que acaba de cumplir 12 años, le apasiona leer guiones. Hace un par de años ya me había preguntado: "¿Cuándo vas a hacer una superproducción?”. Le dije que esta película podía llegar a serlo. Pero te digo, él es muy bueno leyendo guiones y es quien me dice si debo hacer una película u otra.
A la hora de disfrutar las estatuillas del Oscar... ¿permite que sus hijos jueguen con ellas?
Todos los días (risas). Me siento con ellos y permito que ahorquen los Oscars durante 15 minutos... si se portan bien (risas).
A la izquierda: Cate Blanchett y su esposo Andrew Upton asistieron a la entrega de premios Film Independent Spirit 2014. A la derecha: Cate con sus hijos Dashiell, Roman e Ignatius en Disneylandia, California, un día después de que ella recibió el Oscar como Mejor Actriz por “Blue Jasmine”.
Cate Blanchett nació en Melbourne, Australia, el 14 de mayo de 1969. Tenía apenas 10 años cuando su padre falleció por un paro cardíaco, y se crió con su abuela, quien se había mudado a la casa para ayudar a su madre. El camino de la actuación llegó mucho después, con las clases en el Instituto Nacional de Arte Dramático australiano (NIDA). Como tocada por la magia del éxito, Cate se graduó en 1992 y, un año más tarde, empezó a recibir premios como el trofeo Mejor Revelación de la Asociación de Críticos de Teatro de Sidney, por su trabajo en la producción de Kafka Dances, además de otro premio como Mejor Actriz por la obra Oleanna, de David Mamet.
Su debut en el cine fue con Paradise Road en 1997, el mismo año que se casó con el escritor Andrew Upton. Se habían conocido meses antes y, aunque a ella le había parecido demasiado arrogante, se hicieron novios después de una fieesta. Apenas tres semanas más tarde, él le propuso matrimonio. Ya casada, Cate Blanchett viajó a Inglaterra para protagonizar la película Elizabeth, por la que fue nominada al Oscar como Mejor Actriz (aunque aquella vez ganó Gwyneth Paltrow con Shakespeare in Love). En el año 2001, Cate tuvo otro premio mejor, cuando nació su hijo Dashiell, en la misma época que estrenaba tres películas: Lord of The Rings, Bandits y The Shipping News.
En el 2004, Cate volvió a disfrutar del prestigio del Oscar cuando la nominaron por su interpretación de Katharine Hepburn en The Aviator. Y también recibió otras tres nominaciones por Notes on a Scandal y Elizabeth: The Golden Age, además de por el rol de Bob Dylan en I’m Not There. Pero la segunda estatuilla del Oscar la recibió este año con el rol protagónico de la película Blue Jasmine, de Woody Allen. Y las celebraciones de Cate no terminaron, porque dos días después de su cumpleaños, llegó al Festival Internacional de Cine de Cannes.
¿Qué tal fue celebrar su cumpleaños en medio de una alfombra roja del festival? ¿Lo disfrutó?
Sí. Lo bueno fue saber que festejo mi cumpleaños el mismo día que Sofía Coppola. Es maravilloso.
¿Qué opina de la atención que tienen las alfombras rojas? ¿Piensa que son como los nuevos concursos de belleza?
¿Entonces soy Miss Australia? Lo fabuloso del Festival Internacional de Cine de Cannes es apreciar los buenos eventos. Y parte del festival tiene que ver con vestirse apropiadamente. Es algo maravilloso, pero cuando te tratan como una marca comercial... es distinto. Me encanta vestirme bien, pero me parece un poco rudo que miren de arriba a abajo a cualquier mujer, como lo hacen con las cámaras. Eso me molesta un poco.
¿En Francia no la compararon con Marion Cotillard?
No hay competencia (risas). Marion ganaría, seguro. Es una de las mejores actrices del mundo entero. Desde que la vi por primera vez en La vie en rose, me encantó. Y la volví a ver una y otra vez en la pantalla, hasta que llegó Rust and Bone. Te diré más: me parece una actriz maravillosa y no veo la hora de verla como Lady Macbeth en la película Macbeth.
¿Qué estilo de películas le gusta?
Mis gustos cambian muchísimo. Me encanta una buena superproducción como a cualquier persona, pero lo maravilloso de los festivales de cine es que muestran filmes de menor presupuesto que también me gustan. Desde que tengo hijos, creo que soy más emotiva y me pongo a llorar con solo ver que un sombrero se cae. Me encanta el cine que me hace llorar y que también me hace reír.
De arriba hacia abajo y de izquierda a derecha: Cate interpreta la voz de Valka en “How to Train Your Dragon 2", 2014. La actriz con Matt Damon en “The Monuments Men”, 2014. Con Alec Baldwin en “Blue Jasmine”, 2013. Cate y Tom Hollander en “Hanna”, 2011. Con Russell Crowe en “Robin Hood”, 2010.
Así como Angelina Jolie generó un superéxito con la nueva versión de Maleficent, pronto Cate Blanchett será la madrastra en Cinderella. La historia muestra la trágica muerte de la madre de Cinderella, quien le dio el último consejo de ser “fuerte y valiente”. Y con el casamiento de su padre, aparece Cate como la madrastra lady Tremaine, con sus hijas Anastasia y Drizella. La relación familiar empeora cuando también muere el padre.
¿Comparamos a la pésima madrastra de Cinderella con su vida? Usted dejó Hollywood para mudarse de nuevo a Australia a criar a sus hijos y estar al lado de su esposo.
¿Me estás preguntando si todavía tengo una carrera en Hollywood? (Risas.) Hablando en serio, un personaje así es un buen desafío. Nada mejor que el rol de una madre en una película. Y la oportunidad siempre llega con prejuicios. La gente piensa que todas las madres somos iguales y no es así.
¿Cómo lograr el balance entre la maternidad y su carrera profesional es una pregunta que ya se cansó de contestar?
¿Cómo logramos conseguirlo todo? Es siempre una pregunta que solo va dirigida a las mujeres. Pienso que vivimos en un mundo en el que todavía no nos pagan igual y los trabajos tampoco son iguales. No lo entiendo. En el año 2014 no debería ser así. Ni siquiera hablo del mundo del cine; en todos los negocios es lo mismo. Me parece algo terrible y a veces siento que volvemos a la Edad Media.
¿Y qué opina de los tiempos modernos, donde en Australia, por ejemplo, el gobierno recortó 38 millones de dólares del presupuesto para el departamento Screen Australia, que apoya las producciones artísticas en cine y televisión?
Supongo que hay muchísima preocupación en todos los presupuestos, no solo en el del cine. Este no es solo un campo potente que nos da de comer en Australia; culturalmente, para cualquier nación, es un trozo de diplomacia. Es la mejor forma de entender cómo funciona un país.
