Lancôme reanudó su relación con quien fue su rostro hace tres décadas... ahora que tiene 64 años con un imagen fuerte y significativa
Isabella Rossellini. Pocos nombres evocan tanta magia como el suyo. Fruto de la unión de una icónica estrella de Hollywood ?Ingrid Bergman? y de un innovador director de cine ?Roberto Rossellini, impulsor del neorrealismo italiano?, lleva en ella la personalidad y la sed de independencia de una y la imaginación e inteligencia del otro. Afortunadamente, ella recibió los rasgos nórdicos de su madre ??un maravilloso don sobre el que construí mi carrera?, dice? bañados por la intensidad mediterránea de su padre. El resultado es una belleza especial.
Con un rostro como el suyo, la carrera de modelo se impuso y, a los 28 años de edad, Lancôme le ofreció un contrato de exclusividad. Hasta allí, todo fue normal. Pero lo excepcional fue la larga, larguísima asociación con la marca, de la cual fue imagen durante 14 años, de 1982 a 1996. En el ambiente de la publicidad de cosméticos, una eternidad.
Isabella Rossellini y Lancôme escribieron juntas una importante parte de la historia de ambas, a través de decenas de campañas de todos los productos y, particularmente, las del perfume Trésor. Hoy, 20 años después de su última aparición, a los 63 años, Isabella renueva sus lazos con la maison, esta vez como una transmisora de los valores que comparten. Mujer inspirada e inspiradora, Isabella será llamada a compartir en la prensa, los medios online y en los eventos especiales su visión de la vida, libre de restricciones y acorde con su tiempo.
FOTOGALERÍA: Conoce la trayectoria de Isabella Rossellini
El regreso ha sido emotivo. ?Nuestra colaboración significó mucho en mi vida y continuarla me llena de alegría y expectativas?, dice Isabella. Pero señala que la reunión va más allá de su persona pues, según ella, lo más importante es que ?demuestra que Lancôme celebra a todas las mujeres?. Se refiere al empeño de sostener la idea de una belleza diversa, que no entra necesariamente en los moldes. ?En lugar de imponer estándares restrictivos como por ejemplo ser joven, rubia, medir 1,80 metros (5?10?) y pesar 55 kilos (121 libras), al ofrecerme esta oportunidad a los 63 años se libera también del prejuicio de la edad?, señala.
De Blue Velvet a Green Porno
Toda su vida Isabella ha sido una mujer independiente y original, y su carrera nunca siguió los caminos preestablecidos. Con ella nada fue intrascendente: si asumió roles osados (algunos de ellos míticos como el del filme Blue Velvet) los combinó con apariciones en populares series de TV y colaboraciones hot con su amiga Madonna. Su vida sentimental y su activismo en defensa de la conservación de la naturaleza reflejan otros aspectos de su personalidad ecléctica. En los últimos años, dio un curioso
vuelco al lanzarse a la escritura y dirección de una serie de cortos humorísticos sobre el comportamiento sexual de los animales, que, con un toque de insolencia tituló Green Porno, y que ella misma protagonizó. No solo eso: para profundizar sus conocimientos sobre el tema decidió ir a la universidad a la edad en que muchos de sus contemporáneos piensan más bien en retirarse. ?La edad me dio tiempo para hacer todo lo que quería. Siempre se habla de los aspectos negativos de envejecer y nunca de los positivos. Por supuesto, perdí en agilidad y ya no puedo hacer volteretas, pero me siento mucho más libre, más confiada y sigo a mi corazón sin tratar de satisfacer a los demás?.
Isabella Rossellini recuerda: ?Cuando era joven no quería ser actriz, porque temía que me comparasen con mi madre, ganadora de tres Oscars. Modelar fue mi propio universo?, afirma, y se lanzó a los 28 años, tras la muerte de su padre, por miedo a que este la hubiera considerado una profesión ?tonta?.
Además, los anuncios de Lancôme no mencionaban su nombre y eso era perfecto, ?porque me daba una mayor sensación de independencia?. Ella se impuso por sí misma, y su éxito en la profesión le dio valor para dar otros pasos; uno de ellos fue actuar. Algunas de las películas que protagonizó fueron memorables y aún sigue trabajando, pero solo acepta roles interesantes, aunque sean secundarios (como en Joy, el año pasado, junto a Jennifer Lawrence y Robert De Niro). Actualmente rueda una serie para Hulu, el sitio web, donde encarna a una excéntrica vidente.
En armonía con su edad
Isabella afirma que el modelaje y la publicidad le abrieron una gran puerta al hacer su rostro conocido en el mundo entero.
¡Su rostro! Alguna vez fue considerada una de las 10 mujeres más bellas del mundo; sin embargo, su relación con el espejo fue diferente. Ella admite que si, obviamente, nunca se vio fea, tampoco se detenía, como la reina de Blancanieves, a preguntarle si había alguna más hermosa que ella. ?Los anuncios muestran una versión realzada de mí misma. Luego de tres horas de maquillaje, una iluminación perfecta y un fotógrafo talentoso que busca los mejores ángulos, la realidad se ve mejorada?, dice.
En la vida diaria, al igual que su madre, Isabella se maquilla con discreción: base, rímel y lápiz labial. Pero si Ingrid Bergman prefería un rosa suave, Isabella sigue siendo fiel al Absolu Rouge #132, que usa desde su primer filme publicitario, dirigido por Herb Ritts. ?Me gusta usar maquillaje, cremas y perfume, y como toda mujer uso cosméticos no solo para seducir, lo hago también para mí, por mi propio placer?, dice.
Isabella reparte sus días entre su apartamento en Manhattan y su granja en Long Island, rodeada de sus animales (en una época entrenaba perros-guías para ciegos, otra insólita faceta).
Si le piden a Isabella Rossellini que se defina, la lista es larga, pero por supuesto incluye mamma de sus hijos Elettra (modelo, con un master en biomedicina y foodie expert con su propio blog de recetas) y Roberto Jr., el niño que adoptó en 1993 y que hoy es un guapísimo fotógrafo. En cuanto a ella, hace tiempo que no tiene un hombre a su lado y en ocasiones extraña su compañía. No tiene problema en ir al cine o a exposiciones sola, pero admite que ?a veces sería lindo compartir la experiencia con alguien o tener alguien con quien comentar al volver a casa?.
Y la edad ¿le afecta? Quizás, a veces. ?Me ofendo un poco cuando alguien me dice ?todavía te ves bien?, ese ?todavía? me molesta. Prefiero un elogio del tipo ?eres tan sofisticada, tan elegante? ?. Pero la cirugía estética no entra en sus planes. ?No estoy en contra, pero nunca me he hecho alguna. Tengo una granja orgánica en Long Island y no puedo pensar en alimentarme de la manera más sana posible y, a la vez, inyectarme Botox. Si me operara ahora quizás parecería de 53 años, pero dentro de 10 años más tendré 73 y me veré como una mujer de 63. Me da la sensación de que se puede ganar una batalla, pero no la guerra?.
Trésor: su mejor recuerdo
?Cuando Lancôme aún estaba desarrollando la fragancia, sugerí asistir a las reuniones para poder comprender la toma de decisiones. Tendría que promover el perfume en una gran cantidad de entrevistas y sentía que solo podía ser efectiva si estaba bien informada y sabía de lo que hablaba. Me dijeron que sí y pude asistir a muchas reuniones en las que se probaron diferentes opciones. Me enamoré de una fragancia en particular que llegó a las últimas tres finalistas. Gilles Weil, el entonces vicepresidente del grupo L?Oréal a cargo de Lancôme, me preguntó: ?Isabella, ¿cuál escogerías??. Le dije cual. ?Esa es entonces?, me dijo. ?(¡Yo estaba en la luna! Defender públicamente la fragancia que tanto amaba hizo mi trabajo mucho más fácil y fue una verdadera alegría. Entonces quise conocer a Sophia Grojsman, la nariz que había creado Trésor, quien me dijo: ?Creé este perfume hace muchos años, inspirada en la película Casablanca?. Casi me caí de la silla, ¡no lo podía creer! Ella se inspiró en la película más famosa de mi madre, Ingrid Bergman, sin saber que un día yo estaría representando su creación. Fue el destino. El perfume tuvo un éxito enorme y hasta el día de hoy sigo usando Trésor. Es parte de mí?.
FOTOGALERÍA: Conoce la trayectoria de Isabella Rossellini
