El actor Ian Somerhalder cometió el error de ponerse a repasar los objetivos que se había marcado de cara a este 2019 -que incluían ser un buen padre y marido, recaudar fondos a través de su fundación humanitaria o crear su propia compañía de producción y lanzar una marca de vino- después de tomarse unas cuantas copas y mientras se encontraba en un estado poco recomendable para tomar ninguna decisión con consecuencias permanentes. Eso no le impidió, sin embargo, decidir que había llegado el momento de tachar otro de los puntos de esa lista haciéndose un cambio de imagen y atreviéndose a probar por fin el estilo de peinado conocido como faux-hawk, con los laterales de la cabeza rapados y el cabello más largo en la parte superior. El problema es que el intérprete no se paró a pensar que a los responsable de su próximo proyecto para la pequeña pantalla, la serie de Netflix V-Wars, no les haría ninguna gracia descubrir que lucía un aspecto completamente diferente a cuando comenzaron el rodaje y por tanto su imagen no encajaría con la de su personaje de cara a las escenas que debían volver a grabar. “Cuando el efecto de los tres vasos de vino comenzó a pasarse y la maquinilla se quedó sin batería, me di cuenta para mi horror de que había olvidado una cosa: un pequeño detalle llamado continuidad para las nuevas escenas de V-Wars’ Así que dejé de cortar... cielos. Batidos de biotina, allá vamos, tengo que conseguir que todo esto vuelva a crecer rápido. El pelo ya ha empezado a crecer y me estoy preparando para concluir la producción. Les estoy muy agradecido por todo su apoyo. Significa un mundo para mí", escribió el intérprete en su cuenta de Instagram junto a una selfie frente al espejo en el que se aprecia el resultado final de su breve borrachera. https://www.instagram.com/p/Bvc6EGBhCRR/ ¿Qué te parece?