La relación entre la actriz Denise Richards y su exmarido Charlie Sheen ha atravesado varios altibajos desde su divorcio en 2006. Pero todo apunta a que en los últimos tiempos han conseguido encontrar un delicado equilibrio gracias a los esfuerzos del famoso intérprete por rehabilitarse -lleva más de un año sobrio- y la buena voluntad de ambas partes. “Charlie y yo no firmamos un acuerdo prematrimonial al casarnos y después, cuando nos divorciamos, podría haberle pedido la mitad de todo lo que tenía y no lo hice, porque no era una malvada avariciosa”, explicó ella en el último episodio del reality Housewives of Beverly Hills en el que participa para ofrecer alguna de las razones que ayudaron a suavizar tensiones tras el final de su matrimonio por el bien de sus dos hijas en común, Sam y Lola.
Pero...
Ese es uno de los motivos por los que a Denise le dolió tanto enterarse de que Sheen había iniciado los trámites legales para solicitar que se redujera la pensión de manutención que le pasa tanto a ella como a su otra exesposa, Brooke Mueller, con quien tuvo gemelos, sin informarle antes de sus intenciones. “Pobre bastardo. ¿Cómo puedes gastarte todo ese maldito dinero? Debería haberme dado la mitad de su fortuna para que así hubiera podido administrársela”, comentó al respecto. “Incluso le escribí preguntándole por qué había presentado esa demanda y diciéndole que podíamos solucionar las cosas de manera discreta y en privado. ¡Si han pasado trece años ya desde que nos separamos!”, dijo.
Preocupada
Pese a la estabilidad de la que disfruta en la actualidad, Denise no puede evitar preguntarse en ocasiones si su tumultuosa relación sentimental con el padre de sus niñas acabará pasándole factura a las pequeñas en un futuro pese a sus esfuerzos por protegerlas de los aspectos menos agradables de su antigua vida familiar. “Resulta surrealista ver a tus hijos empezar a convertirse en adultos. Consigue que se me salten las lágrimas. Tengo la impresión de que les afecta mucho en lo que respecta a su padre. No quería que cuando pensaran en su infancia recordaran solo las peleas”, lamentó mientras su actual marido, Aaron Phypers, trataba de consolarla animándola a que se centrara en el presente en lugar de lamentar el pasado.