Aunque cueste creerlo, han pasado ya 13 años desde que una serie titulada Hannah Montana’ se estrenara en Disney Channel y cambiara para siempre la vida de una niña que, hasta entonces, había vivido a la sombra de su padre Billy Ray Cyrus. De la noche a la mañana, Miley se convirtió en un fenómeno global y superó con creces la fama de su progenitor al convertirse en la mayor estrella de la factoría Disney, pero a un alto precio. Cuando por fin se despidió de ese personaje en 2011, la cantante dio un giro radical a su imagen para romper para siempre con su etapa de ídolo adolescente que incluyó hacer twerking en tanga o chupar martillos en sus videoclips. Ella siempre se defendió ante sus críticos alegando que lo verdaderamente perturbador es que nadie hubiese dicho nada cuando con tan solo 11 años la peinaban y maquillaban como a una mujer adulta, con peluca incluida, lo que a largo plazo acabó causándole dismorfia corporal.
Sin embargo, el paso del tiempo parece haber conseguido que se reconcilie en parte con Hannah y este fin de semana celebró públicamente el decimotercer aniversario de la emisión del primer episodio, pero a su manera. La intérprete recurrió a sus redes sociales para compartir varias fotos de aquella época recordando a la vez que “no era oro todo lo que relucía” y bromeando acerca de que nadie se esperaba en aquellos años que acabara convirtiéndose en la mujer que es a día de hoy. “Hannah Montana, lista para pelear... por los derechos de los gays”, escribió junto a una imagen en la que aparecía ataviada con la peluca de la estrella del pop y un atuendo de boxeo, haciendo un guiño a su activismo actual en defensa del colectivo LGBTQ+ que jamás se le habría permitido realizar como parte de Disney. “Hannah después de que le dijeran en una lectura de cartas que en diez años se habría convertido en una fumadora y que se pondría pezoneras para salir al escenario”, bromeó junto a otra en la que aparecía con cara de sorpresa. https://twitter.com/MileyCyrus/status/1109885402993717248