Este verano, Eva Longoria regresará a la gran pantalla dando vida a la madre de Dora la exploradora en la adaptación al cine del popular personaje de animación, encarnado ahora por Isabela Moner. Ese proyecto guarda un significado muy especial para ella al haber sido uno de los primeros que abordó, al menos como intérprete, tras el nacimiento de su primer retoño, Santiago, en junio de 2018. https://www.instagram.com/p/BwkIh-eBUUn/ En su momento, la actriz -que ha sido considerada un sex-symbol desde los inicios de su carrera- dejó muy claro que no pensaba estresarse tratando de perder el peso que había ganado durante el embarazo, que por otra parte no estuvo exento de complicaciones en su caso, para sumarse así a la lista de celebridades que protagonizan unas recuperaciones físicas casi milagrosas tras dar a luz. Sin embargo, cuando llegó el momento de ponerse frente a las cámaras no pudo evitar que su autoestima flaqueara... La actriz se preguntaba cómo reaccionaría el público ante su nueva silueta, que ya había suscitado todo tipo de comentarios completamente innecesarios y en algunos casos muy crueles en las semanas anteriores.
“En esta película peso diez kilos más de lo habitual. Aún no he perdido todo el peso que gané con el bebé, y al principio me dije: ‘Dios mío, por qué estoy haciendo esto justo ahora. Debería haber esperado’. Pero ahora me alegro de no haberlo dudado y haber aceptado esta oportunidad”, confesó Eva el pasado octubre al portal Entertainment Tonight durante una visita al rodaje. https://www.instagram.com/p/BwkSbKtBOEe/
Adiós malos pensamientos
Al final, los aspectos prácticos acabaron imponiéndose a sus inseguridades, ya que en contra de lo que pudiera parecer a primera vista, regresar al trabajo con un bebé de pocos meses de vida acabó resultando una gran ventaja. “He tenido mucha suerte de poder estar con mi hijo y traérmelo al set de rodaje. Duerme unas treces horas al día, así que es genial”, reconocía ella misma.