Si hace 18 años le hubieran dicho a Ashton Kutcher que su impuntualidad en una cita lo ligaría a un asesinato, lo habría pensado dos veces antes de salir con la estudiante Ashley Ellerin.
En 2001, cuando el actor era la sensación gracias a That 70’s Show, invitó a la chica a una fiesta; llegó tarde, tocó varias veces el timbre de la casa, pero ella jamás salió. Lo que Kutcher no sabía era que horas antes el asesino serial Michael Gargiulo (acusado de matar, al menos, a tres mujeres), vecino de Ellerin, había entrado a su casa, apuñalándola 47 veces sin misericordia.
“Toqué la puerta y nadie respondió”, dijo ante la corte en el juicio de Gargiulo, el “Destripador de Hollywood”, realizado hace unos meses.
“Volví a tocar, otra vez sin respuesta. Supuse que estaba molesta y se había ido, pues llegué tarde”.
Acto seguido, se asomó por la ventana y observó lo que le parecieron “manchas de vino en el piso”, mas no le alarmó y se retiró.
“Al día siguiente, tras oír lo sucedido, fui con los detectives y confesé que mis huellas digitales estaban en su puerta”.
Cuando los jueces le preguntaron por qué no fue más insistente, dijo:
“Trataba de salir con ella en una cita, no quería parecer ansioso o molesto”.
Casi 20 años después, el caso sigue abierto y aunque el actor no tuvo nada que ver, el lamentable hecho ha empañado su vida; sin embargo, hay famosos que no han tenido tanta suerte y que forman parte de la historia criminal de Hollywood.
“Kutcher es uno de los poco más de 100 testigos en el caso contra Michael Gargiulo, bautizado como el “Destripador de Hollywood”.
Marlon Brando, el padre abnegado
Pese a su mal carácter, quien personificó a Don Vito Corleone en The Godfather era conocido por amar a sus hijos. Tuvo 11, pero de éstos, dos se convertirían en su peor dolor de cabeza: Christian, el mayor, y su media hermana Cheyenne, quienes mantenían una extraña relación. Así, un 16 de mayo de 1990, un disparo despertó a la familia en el domicilio en Los Ángeles del actor: Christian había asesinado a Dag Drollet, amante de su media hermana; supuestamente fue un accidente durante un forcejeo en el cual Chris solo intentaba asustar a Dag para defender a su pariente de la violencia física que, ella decía, sufría a manos de Drollet, descendiente de una de las familias más ricas de Tahití.
De inmediato, un angustiado Marlon Brando buscó a los abogados William Kunstler y Robert Shapiro, al mismo tiempo que notificaba a la policía el terrible suceso. El escándalo fue monumental y Brando tuvo que pagar una fianza de 10 millones de dólares impuesta por el juez a su hijo Christian, quien aún así pasó algunos años en la cárcel.
Así fue cómo Marlon se enfrentó al peor papel de su vida; uno que desarrollaría en los meses siguientes al defender a su hijo de la prensa y proteger de la locura a su hija Cheyenne, quien, además, estaba embarazada de Dag Drollet e intentó quitarse la vida en poco más de una ocasión. Para ello no le importó actuar en proyectos irrelevantes ni sacrificar sus ahorros, pues quería salvar la poca dignidad de sus perturbados retoños. Su devoción fue tal, que mintió, sobornó y escondió a sus descendientes de las autoridades médicas y judiciales con tal de preservar lo que él entendía como unión familiar.
Matthew, asesino imprudencial
Cuando Matthew Broderick era aún una joven estrella en ascenso que un día se casaría con Sarah Jessica Parker, se vio envuelto en una tragedia debido a un aparatoso choque en el que estuvo involucrado, durante unas vacaciones en Irlanda del Norte.
Bajo los efectos del alcohol condujo por el carril equivocado, impactando a dos transeúntes: madre e hija, quienes murieron en el acto. El histrión aseguró no acordarse de lo sucedido aquel día y el único castigo que obtuvo fue el pago de una multa de 175 dólares ante el estupor e indignación de la familia de las víctimas. “De verdad no tengo recuerdos, es como si hubiera adelantado una película hasta llegar a los créditos, perdiéndome toda la trama”, aseguró Broderick en la revista People.
Skylar, tragedia en alta mar
La ambición por ganar dinero y un deseo de cambiar de sexo orilló a Skylar DeLeon, exactor infantil de la serie Power Rangers, a su esposa Jennifer Henderson y a otras dos personas a asesinar en 2011 a una pareja de jubilados de Arizona. DeLeon fue el autor intelectual y material en primer grado del crimen: no solo secuestró a los Hawks, dueños de un yate valorado en medio millón de dólares, sino los ató a una ancla y los lanzó al mar sin piedad.
Antes de cometer el delito, la pareja fue obligada a firmar un papel en el cual le cedían los derechos del yate a DeLeon y Henderson, convirtiéndose así en los nuevos propietarios del navío. No sería su único crimen: en 2003 degolló a un hombre de 45 años para robarle 50 mil euros. Fue encontrado culpable y hoy está a la espera de recibir una inyección letal.
Lana Turner y el crimen que salvó su vida
Mucho se ha hablado de la relación tormentosa que la actriz, una de las últimas leyendas del star system, sostuvo con el mafioso y exproductor hollywoodense Johnny Stompanato, famoso por ser increíblemente seductor y violento a la vez. Lo que ignoraba Stompanato es que sería asesinado el 5 de abril de 1958 de una cuchillada por la hija de la actriz, Cheryl Crane, de tan solo 15 años.
Harta de escuchar a la pareja pelear, Cheryl atacó al mafioso cuando éste amenazó a Lana con herirla: tomó un cuchillo de cocina y se lo clavó en el estómago para proteger a su madre. La fiscalía no presentó cargos sobre la niña, alegando que había actuado en defensa de su madre.
Sharon Tate, víctima de una secta
Este año se cumplen 50 años de un crimen atroz, que además hizo que Tate pasara de ser conocida por su belleza a ‘la mujer’ de Roman Polanski y en la víctima de la secta satánica de Charles Manson, que acabó con su vida y la del bebé que esperaba, en su residencia de Los Ángeles.
Pero antes de ser apuñalada 16 veces, la actriz pasó por momentos muy difíciles: fue abusada sexualmente por un soldado y vivió una relación violenta con el actor Philippe Forquet, hasta que se enamoró del director polaco, quien la despreció cuando se negó a participar en sus orgías y a consumir drogas. De acuerdo con Ed Sanders, autor de Sharon Tate: A Life, Polanski quería interrumpir el embarazo, pero ella se negó.
Así llegó el 9 de agosto de 1969, cuando Tate perdió la vida en la casa que alquilaba, propiedad del productor musical Terry Melcher (hijo de Doris Day), quien conocía a Manson pero no se interesó en él como músico. Éste, en venganza, ordenó a sus seguidores asesinar a los inquilinos de la propiedad, ignorando que quienes la ocupaban era Sharon y unos amigos que le acompañaban aquel fatídico día.
Gerda Theron y la noche fatal
Años antes de convertirse en el rostro del perfume J’adore, Charlize vivió una infancia y adolescencia terribles por culpa del alcoholismo de su padre, Charles, que solía agredirlas a ella y a su madre Gerda, quien un día no soportó más y le disparó a su esposo para evitar que le diera una paliza a su hija.
Por fortuna, fue absuelta de todos los cargos, pues lo hizo en legítima defensa. Por años, la actriz australiana evadió el tema: “Fingí que no sucedió; si alguien me preguntaba, decía que mi padre había muerto en un accidente de coche. ¿Quién quiere contar esa clase de historias?”, le dijo años después al locutor Howard Stern.
Misterios sin resolver
George Reeves
El actor de los años 50 que interpretó a Superman, fue encontrado sin vida en su cama y desnudo, con un tiro en la cabeza. Al principio se habló de suicidio, pero investigaciones posteriores sugieren que pudo tratarse de un homicidio.
Una teoría apunta a que lo mataron por sostener un affaire con la esposa del vicepresidente de la MGM, Eddie Mannix.
Marvin Gaye
El famoso cantautor estadounidense fue asesinado por su padre mientras se encontraba en su hogar conversando con su madre; irónicamente el arma que fue utilizada en dicho homicidio fue un regalo de Navidad que Marvin le había hecho a su progenitor.
Gianni Versace
El diseñador italiano fue asesinado por Andy Cunanan, un supuesto amante, durante la mañana del 15 de julio de 1997 al subir las escaleras de su mansión en Miami Beach.
Su homicida se suicidó ocho días después, por lo que no llegó a revelar cuál fue su verdadera relación.
Dorothy Stratten
La modelo canadiense se hizo famosa como conejita de Playboy en los 80. Se dice que fue asesinada por su exesposo y mánager Paul Slider en un arrebato de celos, al oír los rumores que vinculaban a la rubia con Hugh Hefner, su exjefe.
Brandon Lee
Las circunstancias de su muerte aún son un enigma. La versión oficial afirma que el 31 de marzo de 1993, durante el rodaje de una escena de The Crow (1994), Lee recibió un disparo con una pistola que, por circunstancias extrañas, no estaba cargada con balas de salva, sino reales.
Natalie Wood
Cuando se hallaba en compañía de su marido Robert Wagner y de su amigo Christopher Walken a bordo de su yate, la actriz desapareció misteriosamente y fue encontrada ahogada al día siguiente, el 29 de noviembre de 1981, en la costa californiana. Hoy día nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrió esa noche.
