Para eso existe una plataforma digital que te conecta con las celebs, pero ojo es muy exclusiva y entrar no es nada fácil
Cuando Nicole tenía 16 años, las paredes de su cuarto estaban prácticamente empapeladas con afiches de The Jonas Brothers, su grupo musical favorito. Todas las noches la chica se dormía soñando con sus ídolos. Es por eso que 10 años después, ella no podía creer lo que estaban viendo sus ojos: a los pocos minutos de ingresar en el sitio social en línea Raya, tenía en la pantalla de su teléfono celular el perfil de uno de sus más famosos miembros: el cantante Joe Jonas.
?Estaba emocionada de pensar que simplemente con oprimir el icono en forma de corazón en su perfil, tenía la posibilidad de salir con él? y quizás hasta de algo más?, dice la joven de 26 años. Por su parte Sandra, una artista gráfica de 39 años, casi perdió el habla cuando encontró en ese mismo sitio el perfil de uno de sus Friends favoritos: el actor Matthew Perry. ?(degrees) Fue como entrar a un club privado!?, dice Sandra, que aunque no logró conectarse románticamente con Perry, sí conoció a varios ?prospectos interesantes?, como ella los llama.
EXCLUSIVIDAD Y GLAMOUR
Bienvenida al mundo de Raya, el sitio social en línea fundado en marzo de 2015, que, según su descripción, es ?una aplicación exclusiva creada para las personas en las comunidades creativas? (léase actores, modelos, cantantes, productores, coreógrafos y bailarines). Por supuesto, no todos son famosos, aunque muchos sí lo son. Además de Joe Jonas y Matthew Perry, Raya cuenta entre sus miembros a Kelly Osbourne, Moby, Courtney Love y el modelo/actor Patrick Schwarzenegger, hijo de Arnold Schwarzenegger, lo mismo que a varias modelos de Victoria?s Secret y a algunos bailarines de Dancing with the Stars. Y estos son solo los que se conocen. Se rumora que la lista de miembros famosos es larga, pero sumamente secreta.
Esto se debe a que el creador de Raya, Mike McGuiness, el dueño de una agencia de relaciones públicas de Los Angeles, quiere mantener este club virtual superexclusivo y, sobre todo, muy privado. A los usuarios se les prohíbe que revelen la identidad de los otros miembros, y si alguno intenta tomar una foto del perfil de uno de ellos para compartirla con el mundo, inmediatamente recibe una notificación avisándole que será expulsado del sitio si la foto aparece en línea.
UN DÉJÀ VU
Pero aunque todo esto resulta muy novedoso, en realidad Raya no es algo nuevo. Es simplemente la versión digital de las famosas discotecas de los años 70, la llamada ?época del disco?, como la popularísima Studio 54, de Steve Rubell. En aquel entonces, estos palacios de glamour colocaban enormes guardaespaldas a la entrada y solo les permitían pasar a las personas aprobadas por los ?guardianes de lo cool?. En otras palabras: los ricos y famosos, las chicas sexy y los hombres guapos, influyentes o poderosos. Todos los fines de semana cientos de jóvenes que vestían sus mejores galas se quedaban fuera de la diversión. Los que eran aceptados se sentían privilegiados.
?Era un verdadero mercado de carne con brillo y lentejuelas?, dice una asidua de Studio 54, que prefiere permanecer en el anonimato. ?Todos los que teníamos acceso al club nos sentíamos parte de un grupo muy selecto. ¿En qué otro lugar podía una secretaria como yo, guapa, pero pobre, aspirar a respirar el mismo aire que Liza Minnelli, Rudolf Nureyev, Michael Jackson, Andy Warhol y Marisa Berenson?? Al menos por una noche, yo era alguien especial. Era parte de un círculo selecto?. Es por eso que hoy, de la misma forma que aquellos jóvenes se arremolinaban alrededor de la entrada de Studio 54 con la esperanza de ser considerados lo suficientemente sexy para ingresar a ese exclusivo club de los famosos, miles de personas de ambos sexos aspiran a ser aprobadas por Raya para entrar a esa red social en línea. Por supuesto, no todos los miembros son famosos. Pero todos al menos tienen varios miles de seguidores en Instagram o son jóvenes y muy atractivos.
¿En qué otro lugar podía una secretaria como yo, guapa, pero pobre, aspirar a respirar el mismo aire que Liza Minnelli, Rudolf Nureyev, Michael Jackson, Andy Warhol y Marisa Berenson?? Al menos por una noche, yo era alguien especial. Era parte de un círculo selecto?.
A LAS PUERTAS DEL PARAÍSO VIRTUAL
De acuerdo con Raya, no hay ninguna cualificación específica para los candidatos, pero aclara que ?rara vez, o nunca, aceptamos a un solicitante que no fue referido por un miembro actual?. El proceso es simple: el sitio requiere que los posibles usuarios llenen una solicitud utilizando su cuenta de Instagram. La solicitud también les pide su edad, el sexo, la profesión, la ciudad donde viven y otros datos personales generales. Pero la aprobación es determinada por dos factores clave: la influencia del aspirante en Instagram, que se calcula utilizando un algoritmo secreto, y el voto de un comité anónimo, que considera una combinación de factores, entre ellos la apariencia física del candidato. Por supuesto, cuantos más miembros de Raya recomienden o sigan a la persona en Instagram, mejores son las probabilidades de que sea aceptada. Al final del proceso, Raya le deja saber que ?alguien pronto se pondrá en contacto? con él o ella. Es cuestión de esperar... y esperar. Si eres una de las contadísimas afortunadas y te notifican que has sido aceptada, el siguiente paso es inscribirte oficialmente en el sitio y comprar una membresía de uno a seis meses a un costo promedio de nueve dólares al mes.
Claro que si eres famosa y tienes un número ?saludable? de seguidores en Instagram podrías recibir una suscripción gratuita. Lo más probable es que Kelly Osbourne y Joe Jonas no paguen un solo centavo por su membresía, de la misma forma que Liza Minnelli y Michael Jackson entraban gratis a Studio 54. Al final, como dijo el novelista francés Jean-Baptiste Alphonse Karr, plus ça change, plus c?est la même chose, lo que en español quiere decir que ?mientras más cambian las cosas, más siguen igual?.
¿AMOR O EGO?
Joe Jonas, Matthew Perry y algunas modelos de Victoria?s Secret que han convertido Raya en su ?coto de caza virtual? no son las primeras celebridades que buscan el amor en línea. Mariah Carey y Martha Stewart se inscribieron en match.com, uno de los sitios sociales más populares, lo mismo que Hilary Duff y Charlie Sheen. La diferencia está en que mientras los sitios sociales convencionales están abiertos a todos de una manera superdemocrática, sin que la aceptación dependa de la edad, la profesión, el estado de la cuenta bancaria o la apariencia física del solicitante, Raya solo acepta a aquellas personas que el comité aprobador anónimo considera ?a su nivel?. (Por supuesto, es esencial ser cautelosa cuando se entabla una relación en cualquier sitio en línea, incluso en Raya). ?A veces me pregunto cómo es que algunas personas lograron ser aceptadas, pero por regla general los usuarios de Raya son un grupo de personas que, en una escala de atracción del uno al 10, yo clasificaría como un nueve o un 10?, dice un miembro anónimo. Pero mientras algunos usuarios de este exclusivo club se sienten orgullosos de su membresía, otros se han dado de baja de la aplicación, pues aun en un sitio tan selecto como es Raya, no han hallado la relación amorosa que buscaban. ?En realidad, creo que nadie encuentra el amor en Raya; el sitio es solo una especie de caricia para el ego?, dice una joven de 30 años, que renunció a su membresía.
?En realidad, creo que nadie encuentra el amor en Raya; el sitio es solo una especie de caricia para el ego?.
Al mismo tiempo, no se puede negar que a veces la aplicación ha dado buenos resultados, como en el caso de Amy Schumer, que no solo perteneció a Raya, sino que se rumora que allí conoció a su actual novio, el guapísimo Ben Hanisch. Al final, tanto si la catalogamos de exclusiva o de snob, esta aplicación ?lo mismo que otros sitios sociales de moda? es solo una oportunidad para conectar corazones... o alimentar el ego.