Son las escenas más hot de la película, pero? ¿qué es lo que realmente ocurre cuando las estrellas filman entre las sábanas?
Hablemos a calzón quita?o: las escenas de sexo en el cine cada día son más realistas y atrevidas. Atrás quedó aquella inocente época en la que los protagonistas se daban un casto beso al final de la película con los ojos y los labios firmemente cerrados. ¿Hoy día? Tú lo has visto: ¡todo vale frente a las cámaras!
La mejor prueba de ello es que Melanie Griffith, una actriz a quien nadie puede acusar de ser pudorosa en sus actuaciones, no ha tenido el valor de ver a su hija Dakota Johnson simular el sexo con Jamie Dornan en Fifty Shades of Grey. El realismo de este thriller sadoerótico es demasiado para Melanie. Hasta Dakota tuvo que recordarle: ?¡Por favor, mamá, es solo una película!?.
Y es verdad. Es solamente un filme. El sexo es simulado bajo las órdenes del director. La excepción es la cinta apropiadamente titulada Nymphomaniac, con Shia LaBeouf. De acuerdo con el actor, las escenas de sexo fueron ciento por ciento reales. (Y la audiencia se mantuvo ciento por ciento alejada de los cines donde se exhibió, lo que indica que el público acepta las escenas hot, pero solo hasta un punto, por favor.) Pero las escenas a veces son tan íntimas y explícitas, que vale preguntarse cómo se filman y, sobre todo, qué sienten los actores cuando el director da la voz de ?acción?. Aquí tienes un vistazo sin censura detrás de las cámaras.
Un set caliente
?Mucho antes de filmar la escena, ya estás nervioso y contando los días: faltan tres, faltan dos???, admite el actor James Marsden, quien tuvo escenas fuertes con Kirsten Dunst en el filme Bachelorette. Dicho de esta forma, da la impresión de que los actores temen ese momento. Y en la mayoría de los casos, así es. ?Las escenas de sexo pueden ser muy incómodas?, admite Michael Fassbender, quien tuvo varias que rompieron el sexómetro en el filme Shame. La actriz Chloë Sevigny concuerda: ?Son muy difíciles para mí. Creo que nadie se siente cómodo haciéndolas?. Mila Kunis afirma que ?no importa si las haces con un amigo. Las escenas de sexo son difíciles. Y punto?. Es por eso que por regla general el director hace dos cosas: la primera es coreografiar la escena como si se tratara de un baile o de una pelea; cada movimiento, por muy espontáneo que parezca en la pantalla, es planeado y ensayado con anterioridad. La segunda es cerrar el foro a los curiosos. Por regla general, el director mantiene solamente al equipo indispensable, como el camarógrafo, el maquillador, el encargado del sonido y los luminotécnicos. O sea, que solamente hay 30 o 40 personas observando la acción. ?La gente se imagina que esas escenas son muy sexy o glamorosas. Eso me da risa, porque en realidad hay muchos tipos en jeans y camisetas a tu alrededor y siempre hay alguien gritando ?Mueve la mano para allá?, o ?¿Puedes bajar más el hombro????, dice Olivia Wilde.
?Es un proceso muy técnico, compuesto de muchas pequeñas piezas o tomas. No estamos improvisando mientras alguien nos filma?, dice Joseph Gordon-Levitt, el protagonista de Don Jon.
?En esos momentos los actores nos volvemos muy profesionales y tratamos de proteger a la otra persona, de no tapar su luz o interrumpir su diálogo?, explica Ryan Gosling, quien logró dotar de realismo a sus escenas íntimas con Michelle Williams en Blue Valentine, una conmovedora historia de amor y desamor. Pero los actores no solo dependen de la coreografía y el profesionalismo; ellos tienen otros ?truquitos? para enfrentar las escenas eróticas con naturalidad y sin miedo a un destape que no estaba en el guion.
FOTOGALERÍA: LO QUE HAY DETRÁS DE LAS ESCENAS DE SEXO
Espejos y humo
Apostamos a que te lo has preguntado más de una vez: ¿están realmente desnudos debajo de las sábanas? En la mayoría de los casos, la respuesta es absolutamente no. Muchas de esas escenas eróticas y ?candentes? son mitad magia y mitad ilusión óptica.
Para comenzar, los actores emplean trucos: colocan almohadas entre sus cuerpos y usan prótesis y parches de látex para cubrir las zonas del ?drama?. En Fifty Shades of Grey, por ejemplo, Jamie Dornan tenía un parche firmemente posicionado sobre sus partes íntimas, mientras que Dakota Johnson tenía uno, comenzando debajo del vientre, alrededor de todo su cuerpo (¿estás más tranquila, mamá Melanie?). Las escenas de látigos y porrazos fueron añadidas postproducción por medio del trucaje digital.
?¿Y qué hay de nuevo??
Otra técnica que usan los actores para reducir los niveles de tensión mientras esperan a que el director ordene la acción es comportarse como si estar en una cama con una cámara enfocada en ellos fuera lo más natural del mundo.
?Entre una toma y otra, tratas de tener una conversación normal, como ?¿Y qué hay de nuevo??, ?¿Qué planes tienes para este fin de semana??, ríe Natalie Portman. Ashton Kutcher, su coestrella en No Strings Attached , alivió la incomodidad con los chistes. ?Yo le digo a mi compañera: ?Perdóname si me excito y perdóname si no me excito?. Pero para que sea cómico, tienes que usar un acento inglés?, dice el actor.
Y mientras Ashton utiliza el humor, otros recurren al ?valor líquido?. Adrian Lyne, el director de Fatal Attraction, recuerda que Glenn Close y Michael Douglas tomaron champán y margaritas antes de filmar sus escenas calientes, mientras que Keira Knightley ingirió un par de vodkas antes de hacer lo mismo en A Dangerous Method? ?y luego celebré con champán cuando las terminé, porque no tenía que hacerlas nunca más?. Por su parte, la comedianta Amy Schumer se motivó escuchando a Beyoncé en su camerino antes de ir a la cama con Bill Hader en Trainwreck.
Pero aunque hayan perfeccionado una técnica para llenarse de valor frente a las cámaras, para muchas estrellas las escenas de sexo tienen un elemento casi surrealista.
?Puedes estar literalmente enredada en las sábanas con el actor y de pronto lo miras y le preguntas: ?¿Qué diablos estamos haciendo????, admite Kate Winslet.
Algunos prefieren quemarse
Quedó claro que por regla general estas escenas son difíciles para la mayoría de los actores. Pero, por supuesto, siempre hay una o dos excepciones a la regla.
?A mí me encantan los retos y me gusta asustarme. Ver una experiencia sexual genuina en la pantalla es más interesante que ver los parches que cubren el cuerpo de los actores. Siempre que uno actúe con honestidad, no tiene de qué avergonzarse?, dice Kristen Stewart, que simuló un ménage à trois en el filme On the Road.
De la misma manera, Hugh Grant no se esconde detrás del profesionalismo o de la ?distancia actoral? y admite que le encantan las escenas de sexo.
?Siempre las he disfrutado, aunque por cuestión de profesionalismo no se supone que las goces. La respuesta clásica es: ?Oh, no son sexy porque hay muchos técnicos alrededor?. Pero yo siempre las he encontrado extremadamente excitantes?, admite el guapo inglés.
Tanto la reacción de Keira como la de Hugh son válidas. No hay que olvidar que los actores son simplemente seres humanos y que, como explica el director Adrian Lyne, ?cuando actúan tienen que sentir la escena, porque de lo contrario no podrían convencernos de que es real?. Quizás es por eso que hacer el amor frente a las cámaras puede resultarles tan difícil, porque ?aun en medio de la ficción? esas escenas revelan una parte muy íntima de las estrellas.
FOTOGALERÍA: LO QUE HAY DETRÁS DE LAS ESCENAS DE SEXO