Aunque la figura de Arnold Schwarzenegger, protagonista de la saga Terminator, ídolo de acción y, por si eso fuera poco, exgobernador del estado de California, sigue siendo tan imponente a día de hoy como lo era treinta años atrás, lo cierto es que el “nerviosismo” que experimentó Chris Pratt antes de acudir a él para pedirle la mano de su hija Katherine en matrimonio no se debe necesariamente a ese dilatado currículum, sino más bien a la mezcla de emociones que se desprenden de una tradición tan enraizada. “Bueno, creo que todo aquel que de verdad aprecie la tradición, y se disponga a pedirle a un hombre la mano de su hija, se pondrá un poco nervioso antes de hacerlo. A mí me ha pasado, pero esa es una de las cosas más bonitas del proceso”, reveló con cierta timidez en conversación con el portal de noticias Extra. Afortunadamente para el protagonista de Guardians of the Galaxy o Jurassic World, el incombustible intérprete, de 71 años, ya había concedido su bendición al compromiso matrimonial de los dos enamorados antes incluso de que Chris solicitara audiencia con él, como se desprende de unas declaraciones recientes en las que Arnold ya dejaba patente que no podría estar más “feliz” por su hija Katherine y por el “maravilloso” hombre con el que, previsiblemente, pasará por el altar este mismo año. https://www.instagram.com/p/BrVm6t-HJu-/ “Fue algo fantástico [recibir la noticia sobre la futura boda]. Ella está muy feliz, los dos están muy felices y, por tanto, yo también. Y ya se lo dije a él, es un tipo encantador y maravilloso. Amo a Chris, es un chico fantástico”, expresaba el padre de la novia sin disimular la emoción que le embarga ante la idea de ver a Katherine así de radiante y enamorada.