Con los 450 millones de dólares que recaudaron las dos películas en las que se contó el origen del capitán Kirk, en Star Trek, Chris Pine se convirtió en una de las nuevas estrellas de Hollywood. Parece que su especialidad es referirse a los comienzos de famosos personajes como Jack Ryan, el agente secreto de la CIA, que ya habían interpretado Alec Baldwin, Harrison Ford y Ben Affleck. Chris es el protagonista de otro estilo de filme en Jack Ryan Shadow Recruit, en el que tiene como coestrellas a Kevin Costner y Keira Knightley, bajo la dirección de Kenneth Branagh. Y mientras termina Into the Woods, la superproducción musical de Cenicienta, con otros famosos como Johnny Depp y Meryl Streep, está filmando otro éxito asegurado: Horrible Bosses 2, sumándose al elenco original de Jason Bateman, Jennifer Aniston y Kevin Spacey. Y así como cuenta el principio de los personajes que interpreta, vale la pena conocer al verdadero Chris Pine.
¿Alguna vez le comentaste a una novia: “No elegiste este estilo de vida... yo lo hice”, como la frase que le dices a Keira Knightley, tu coestrella en la película Jack Ryan Shadow Recruit?
(Risas) Sí.
¿Te gustaría casarte con una doctora o con una actriz?
¡Ay, Dios! Con una doctora tendría tantas ventajas...
¿Pero no es mucho más fácil tener como pareja a una actriz que conoce bien tu trabajo, en vez de alguien que no entiende la atención de la gente o una vida rodeada de fotógrafos?
Es algo demasiado fuera de contexto. Uno se enamora de quien se enamora. A veces ayuda si ella sabe lo que estoy haciendo, pero eso depende de cada caso.
¿Quién es Chris Pine?
Christopher Whitelaw Pine nació el 26 de agosto de 1980, en Los Ángeles, cuando su padre Robert Pine ya era conocido como el sargento Joseph Getraer, de la serie de TV CHiPs. Su madre Gwynne Gilford y su abuela Anne Gwynne eran actrices. Sin embargo, la actuación no estaba entre sus planes cuando dejó la escuela secundaria de Oakwood para estudiar Literatura en la Universidad de California, en Berkeley. Después de estudiar un año más en Inglaterra, se decidió por el teatro y entró en el American Conservatory Theater, de San Francisco, California. Abriendo la puerta grande de Hollywood, como su padre, Chris también tuvo su primer trabajo como actor en televisión, nada menos que en un episodio de la serie ER, con la que George Clooney se hizo famoso.
Al año siguiente, mientras trabajaba en un episodio de la teleserie Six Feet Under, Chris Pine llegó al mundo del cine con el personaje del enamorado de Anne Hathaway en The Princess Diaries 2: Royal Engagement. En el 2009 interpretó al famoso capitán Kirk de la película Star Trek. Cambiando de estilo de cine, protagonizó con Reese Witherspoon la comedia romántica This Means War y su voz estuvo detrás del personaje de Jack Frost en el filme de dibujos animados Rise of the Guardians.
Los inicios del actor
El hecho de haber nacido en una familia de actores, ¿tuvo algo que ver con el principio de tu carrera?
Nadie en mi familia quería que yo fuera actor. Es la profesión más tonta que uno pueda desear para un hijo, porque es demasiado raro poder vivir bien y ser bueno en ella. Pero ese ambiente me rodeó desde pequeño.
¿Cuál fue entonces el principio de tu propia historia?
No pienso contártelo (risas).
¿Qué te llevó a decidirte por la actuación, si tu padre realmente no quería que siguieras ese camino?
Lo hice porque me gustó. Lo descubrí solo. Es algo en lo que pienso mucho. Conozco a muchos hijos de médicos que ahora también son doctores. Un amigo mío era superartístico de jovencito y su padre es siquiatra. Probó de todo, escuela de fotografía, viajó por el mundo--- ¿Y qué terminó haciendo? Es doctor. Era inevitable. A veces uno trata de buscar diferentes direcciones, pero la influencia es muy fuerte.
¿Es cierto que antes del éxito de la película Star Trek estuviste a punto de mudarte a Nueva York para dejar de actuar?
Me iba a mudar a Nueva York porque no estaba trabajando en ese momento. Había leído un artículo en el que contaban que Robert Duvall, Gene Hackman y Dustin Hoffman habían vivido en el mismo apartamento, en Nueva York. Y pensé que podía hacer lo mismo. Como artista estaba pasando necesidades y quería estar tranquilo.
¿Qué te hizo cambiar de parecer?
Realmente no pensaba dejar la actuación. Yo era muy competitivo, siempre lo he sido. Quería triunfar, pero sentí que había terminado mi estadía en Los Ángeles. Creo que logré el éxito porque en ese momento no tenía presiones. Entraba en una audición sin ningún tipo de nervios, porque pensaba que iba a irme a Nueva York en una semana y media. Empezaron a contratarme y las cosas se fueron dando. Las salas de audiciones son los lugares más horribles del planeta, pues te proporcionan todas las inseguridades que un ser humano puede tener.
¿Te animas a contar la peor audición que tuviste?
Me acuerdo de una mujer que después de hacer mi escena, me dijo: “Eso es genial. ¿Por qué no lo haces de nuevo para que te crea?”. Yo había entrado esperando que me dijeran que era bueno y, en cambio, sentí que me habían pegado en las piernas con un bate de béisbol.
¿Qué te llevó a continuar después de las malas audiciones?
No sé si fue por arrogancia, pero nunca dudé de que podía actuar. Tampoco significa que no puedo fracasar. Dios sabe que sí podría.
¿Los primeros rechazos te enseñaron también otra perspectiva diferente del mundo de la actuación?
La perspectiva de saber que en el mundo de la actuación no hay relación entre el trabajo duro y el éxito. No importa si estudiaste teatro en Yale. No importa si uno viene de la familia Redgrave o Barrymore. No hay ninguna garantía. Sé que voy a tener años maravillosos y otros años completamente muertos. Simplemente hay que navegar en el océano, en un botecito con un remo y una banderita, aprendiendo a dejarse llevar por la marea.
Los retos de ser atractivo
¿La suerte tiene mucho que ver?
Claro que sí.
¿Si no fueras actor y tuvieras que elegir entre un trabajo detrás de un escritorio o uno en el que arriesgarías tu vida, ¿cuál escogerías?
Me encantaría tener tanto valor como en el cine... Es lo bueno de ser actor, pues uno puede pretender lo que no es. Puedo parecer mucho más valiente de lo que soy. ¡Y no soy valiente! Así que probablemente elegiría el trabajo detrás de un escritorio.
¿Le prestas atención al cuidado de tu imagen y de tu cuerpo?
Soy una persona bastante vaga, pero cuando estoy filmando trato de seguir un esquema. Me levanto temprano y como lo más saludable que pueda, pero no sigo un régimen estricto. Solo un mes antes de empezar una película le doy duro al gimnasio, pero eso es todo.
¿Te gusta ver las películas que hiciste hace unos años?
Ni loco (risas).
Habiendo interpretado a personajes tan famosos como el capitán Kirk, de Star Trek , y al agente de la CIA Jack Ryan, ¿con cuál te identificas mejor?
Supongo que tengo un poco de los dos. A veces puedo ser extrovertido y creo que soy divertido. Otras veces, quiero estar solo, leyendo un libro en un sillón cómodo, donde nadie me mire ni me saque fotos.
¿Notas el cambio en tu carrera como actor?
Siento que me ofrecen siempre lo mismo, roles del típico rubio y mucha acción. Tengo que luchar por los trabajos que realmente quiero. Como tuve que luchar para estar en el musical Into the Woods, sobre la Cenicienta.
¿Te gustaría romper el molde que te han impuesto en Hollywood?
No creo que mi actitud tenga que ver con romper ningún molde. Simplemente quiero hacer algo interesante. Las películas de acción son divertidas, pero tendría una vida muy aburrida si tengo que hacerlas todo el tiempo.
¿Cuál es tu plan entonces?
Honestamente, no tengo ningún plan, de verdad. Me encantaría tenerlo. A lo mejor me hubiese ido mejor si lo tuviera. Pero soy un individuo sin planes en este momento. Simplemente, quiero trabajar. No me importa si es con algo grande ni quién esté detrás. Solo quiero trabajar.